“No son estadísticas, son vidas”: convocan a la primera marcha para pedir justicia por las 54 muertes por fentanilo adulterado

“Porque nuestros seres queridos no son estadísticas. Son vidas, son historias. Son víctimas”. Con esa consigna, familiares de personas fallecidas tras recibir fentanilo contaminado marcharán por primera vez el jueves 31 de julio hasta al Hospital Italiano de La Plata. La convocatoria, que se extenderá de 14 a 17, marcará la primera expresión pública organizada por los familiares desde que comenzó a investigarse el brote, en mayo pasado. Se movilizarán bajo el lema “Por la verdad y justicia de las víctimas del fentanilo mortal”.

El punto de encuentro será a las 14 en la Plaza San Martín del Parque Vucetich, entre la calle 27 y las avenidas 50 y 51, donde se organizarán las columnas y se entregarán los materiales conmemorativos. A las 14.30 empezará la caminata por la avenida 51, hasta llegar a las 15 a la entrada del Hospital Italiano, ubicada entre las calles 28 y 29. A las 15.30 está prevista una marcha simbólica alrededor del edificio por la avenida 51, la calle 28, la avenida 50 y la calle 29. A las 16, sobre la vereda de la avenida 51, se realizará el homenaje con el encendido de 54 velas, un abrazo colectivo y la reproducción de la primera estrofa de la canción “La memoria”, de León Gieco. El cierre y desconcentración comenzarán a las 17, con retorno hacia la Plaza San Martín por las calles 28 y 29.

La movilización coincide con la habilitación del juez federal para que la causa continúe durante la feria judicial, y busca —según explicaron los convocantes en diálogo con LA NACION— “reivindicar que la justicia argentina investigue, identifique y juzgue a los responsables de las muertes evitables causadas por la distribución y uso de un medicamento adulterado con bacterias”.

Hasta el momento, fuentes judiciales confirmaron que al menos 54 personas murieron en distintos centros de salud del país tras haber recibido fentanilo contaminado. De ese total, 18 ocurrieron en el Hospital Italiano de La Plata, uno de los primeros lugares donde se detectó el brote. Según la investigación, en marzo pasado, al menos 18 pacientes recibieron fentanilo de un mismo lote en la terapia intensiva del hospital, y nueve de ellos murieron en los días siguientes. Dos de esas víctimas fueron Renato Nicolini, de 18 años, y Leonel Ayala, de 32.

El segundo paciente era profesor de música, inspector de enseñanza artística y vivía en Florencio Varela. Había ingresado a una clínica privada por pancreatitis leve y, tras una complicación, fue derivado al Hospital Italiano. Allí permaneció internado más de tres semanas y, durante ese tiempo, recibió fentanilo de forma continua. El 4 de abril fue operado con éxito, pero días después desarrolló un cuadro de sepsis y falleció el 7 de abril. En el acta de defunción se consignó paro cardiorrespiratorio. Tiempo después, su familia confirmó que el medicamento administrado correspondía a un lote contaminado. “Desde el primer día se lo dieron. No hubo criterio”, denunció su hermano Alejandro. “Leonel murió por algo que era evitable, por una cadena de omisiones y mentiras”, agregó.

Nicolini tenía 18 años y vivía en Chascomús. El 25 de abril pasado sufrió un accidente en moto y fue trasladado al Hospital Italiano de La Plata, donde fue entubado e ingresado en terapia intensiva. Para mantenerlo sedado, comenzó a recibir fentanilo. En un principio mostró signos de mejoría, pero luego desarrolló una neumonía hospitalaria. El 1° de mayo pasado fue operado de urgencia por inflamación cerebral y diagnosticado con muerte cerebral dos días después. “Pasaron una medicación alterada, infectaron a mi hijo y eso lo mató”, denunció su madre, Sol Francese. “Ocultaron información importantísima cinco días, sabiendo que eso lo estaba llevando a la muerte”, completó.

El origen

El caso se remonta a marzo pasado, cuando médicos del Hospital Italiano de La Plata detectaron varios cuadros de neumonía grave y se identificó un posible patrón común: todos los pacientes afectados habían recibido fentanilo proveniente del mismo lote. El 13 de mayo, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) emitió una alerta nacional y confirmó que las ampollas producidas por el Laboratorio Ramallo para HLB Pharma Group estaban contaminadas con bacterias como Klebsiella pneumoniae, productora de metalobetalactamasa (MBL) y Ralstonia pickettii, también encontradas en pacientes internados en Rosario, en Santa Fe y en otros puntos del país. Las plantas fueron clausuradas por graves fallas de manufactura.

El 28 de mayo, la Justicia ordenó la recuperación de tres lotes específicos (31202, 31244 y 31200) y secuestró miles de unidades en allanamientos realizados en laboratorios y droguerías. La causa es investigada por el Juzgado Federal N°3 de La Plata, a cargo del juez Ernesto Kreplak, e involucra a HLB Pharma, al laboratorio Ramallo y a la droguería Nueva Era. El Instituto Anlis Malbrán continúa con los peritajes, mientras que el Ministerio de Salud de la Nación, tres familias de víctimas y el propio Hospital Italiano actúan como querellantes.

Responsabilidad

Desde Rosario, una tercera historia también llegó a los tribunales. Claudio Napolitano tenía 80 años y había sido internado en el Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR) para corregir un desperfecto en su marcapasos. Fue entubado y sedado, pero su cuadro general era favorable. Murió el 1° de mayo pasado. Su hija Marcela, que es médica, accedió a la historia clínica y leyó una frase que la alarmó: “Durante su internación se utilizaron ampollas de fentanilo”. Días después, se enteró de que ese lote era uno de los que habían sido retirados. “Mi papá quería vivir mucho. Eso es lo que más duele”, dijo a LA NACIÓN.

“Lo llevaron al ICR porque ya se atendía ahí, era el mejor lugar cardiovascular de Rosario”, explicó. “Las primeras 48 horas las pasó bien. El 1° de mayo fui a trabajar tranquila, volví con churros para el personal y me encontré con su muerte. No tenía fiebre, ni síntomas. Solo el paro. Y en Rosario no existe trazabilidad: no se anota el número de ampolla en terapia intensiva”. Para ella, ese es uno de los principales problemas: “Con saber que se usó ese lote ya se lo considera caso sospechoso”.

Aunque forma parte del grupo de familias que piden justicia, Napolitano expresó a este medio su desacuerdo con que se ponga el foco sobre los hospitales, en especial en casos como el del ICR, donde —según sostiene— el personal médico actuó con profesionalismo y sin margen para prever la contaminación del fármaco. En su opinión, los principales responsables están en el laboratorio que produjo y distribuyó las ampollas adulteradas, y no considera que una movilización frente a instituciones de salud, como en el caso del Hospital Italiano de La Plata, sea la forma más justa de canalizar el reclamo.

Medidas

Durante la instrucción judicial, la Anmat reconoció haber emitido más de 100 observaciones técnicas sobre el proceso productivo del laboratorio Ramallo. Muchas de esas advertencias no fueron entregadas en los primeros requerimientos judiciales, y debió realizarse una orden de presentación con allanamiento para obtener un archivo que contenía irregularidades adicionales. En lo que va del año, los laboratorios HLB Pharma y Ramallo —ambos encabezados por Ariel Fernando García, también titular del grupo HLB Pharma— recibieron múltiples alertas y prohibiciones por parte de la Anmat debido a incumplimientos y problemas en la trazabilidad de medicamentos sensibles como dopamina, propofol, diclofenac, morfina y fentanilo.

La primera advertencia oficial del año ocurrió el 24 de febrero, cuando la Anmat advirtió incumplimientos de Buenas Prácticas de Fabricación en Laboratorios Ramallo SA, luego de una inspección realizada por el Instituto Nacional de Medicamentos (Iname) a raíz de distintos reportes. El 6 de marzo pasado, el organismo prohibió la comercialización de los productos “Dopamina HLB, dopamina clorhidrato 40 mg/ml inyectable IV” y “Dopamina HLB 100 mg AMP 5 ml” al detectar que no contaban con las etiquetas de trazabilidad correspondientes. Ese mismo día también se prohibió el uso del producto “Propofol HLB, propofol 10 mg/ml emulsión inyectable IV, lote 60000, vto. 30/09/2026, 50 frasco ampolla de 20 ml, Certificado N°43.900”, por la misma razón, y se ordenó a HLB Pharma Group SA el recupero inmediato de todas las unidades.

El 16 de abril, Anmat dispuso el retiro del mercado de todos los lotes del producto “Propofol HLB, propofol” elaborados bajo ese mismo certificado, con obligación de presentar la documentación respaldatoria ante el Departamento de Vigilancia Poscomercialización y Acciones Reguladoras del Iname. El 24 de abril, se prohibió también la comercialización, uso y distribución de los productos “Diclofenac HLB / Diclofenac Sódico” y “Morfina al 1% HLB”, con la misma exigencia de retiro y documentación. La alerta más grave fue emitida el 8 de mayo, cuando la Anmat prohibió el uso del producto “Fentanilo HLB / Citrato de Fentanilo, concentración 0,05 mg/ml, solución inyectable, frasco ampolla por 5 ml” por desvío de calidad, tras una denuncia del Hospital Italiano de La Plata. Esta medida se extendió a todo el país y está directamente relacionada con la investigación por la muerte de al menos 54 pacientes a causa de la adulteración del opioide inyectable.

Desde entonces, ambos laboratorios están en el centro de la causa judicial, que aún no tiene imputados ni detenidos. Hasta el momento, solo se dispuso la inhibición de bienes de Ariel Fernando García, de sus hermanos Damián Roberto y Diego, y de su madre, Nilda Furfaro.

“El Hospital Italiano de La Plata tuvo 18 fallecidos confirmados. Está la lista con nombre y apellido. Pero el hospital no llamó para avisar que sus familiares están dentro de la causa del fentanilo contaminado”, reclamó el hermano de Leonel Ayala. “Tenemos derecho a saber qué pasó con nuestros seres queridos. Primero queremos la verdad y después la justicia”, agregó.

El Hospital Italiano de La Plata evitó brindar declaraciones ante la consulta de este medio, al argumentar que su participación como parte querellante en la causa les impide hacer comentarios públicos adicionales. Desde la institución recordaron que su postura ya había sido expresada en el comunicado oficial difundido al conocerse el caso: “El reconocimiento como querellantes nos permitirá colaborar activamente en la investigación judicial, exigir justicia por lo ocurrido y reafirmar nuestro compromiso social con la salud, la seguridad del paciente y la confianza de toda la comunidad”, afirmaron. En ese mismo mensaje, manifestaron: “Lamentamos profundamente cada una de las pérdidas humanas y renovamos nuestro acompañamiento y compromiso por el pedido de justicia de todos los pacientes y familias afectadas”.

“Porque nuestros seres queridos no son estadísticas. Son vidas, son historias. Son víctimas”. Con esa consigna, familiares de personas fallecidas tras recibir fentanilo contaminado marcharán por primera vez el jueves 31 de julio hasta al Hospital Italiano de La Plata. La convocatoria, que se extenderá de 14 a 17, marcará la primera expresión pública organizada por los familiares desde que comenzó a investigarse el brote, en mayo pasado. Se movilizarán bajo el lema “Por la verdad y justicia de las víctimas del fentanilo mortal”.

El punto de encuentro será a las 14 en la Plaza San Martín del Parque Vucetich, entre la calle 27 y las avenidas 50 y 51, donde se organizarán las columnas y se entregarán los materiales conmemorativos. A las 14.30 empezará la caminata por la avenida 51, hasta llegar a las 15 a la entrada del Hospital Italiano, ubicada entre las calles 28 y 29. A las 15.30 está prevista una marcha simbólica alrededor del edificio por la avenida 51, la calle 28, la avenida 50 y la calle 29. A las 16, sobre la vereda de la avenida 51, se realizará el homenaje con el encendido de 54 velas, un abrazo colectivo y la reproducción de la primera estrofa de la canción “La memoria”, de León Gieco. El cierre y desconcentración comenzarán a las 17, con retorno hacia la Plaza San Martín por las calles 28 y 29.

La movilización coincide con la habilitación del juez federal para que la causa continúe durante la feria judicial, y busca —según explicaron los convocantes en diálogo con LA NACION— “reivindicar que la justicia argentina investigue, identifique y juzgue a los responsables de las muertes evitables causadas por la distribución y uso de un medicamento adulterado con bacterias”.

Hasta el momento, fuentes judiciales confirmaron que al menos 54 personas murieron en distintos centros de salud del país tras haber recibido fentanilo contaminado. De ese total, 18 ocurrieron en el Hospital Italiano de La Plata, uno de los primeros lugares donde se detectó el brote. Según la investigación, en marzo pasado, al menos 18 pacientes recibieron fentanilo de un mismo lote en la terapia intensiva del hospital, y nueve de ellos murieron en los días siguientes. Dos de esas víctimas fueron Renato Nicolini, de 18 años, y Leonel Ayala, de 32.

El segundo paciente era profesor de música, inspector de enseñanza artística y vivía en Florencio Varela. Había ingresado a una clínica privada por pancreatitis leve y, tras una complicación, fue derivado al Hospital Italiano. Allí permaneció internado más de tres semanas y, durante ese tiempo, recibió fentanilo de forma continua. El 4 de abril fue operado con éxito, pero días después desarrolló un cuadro de sepsis y falleció el 7 de abril. En el acta de defunción se consignó paro cardiorrespiratorio. Tiempo después, su familia confirmó que el medicamento administrado correspondía a un lote contaminado. “Desde el primer día se lo dieron. No hubo criterio”, denunció su hermano Alejandro. “Leonel murió por algo que era evitable, por una cadena de omisiones y mentiras”, agregó.

Nicolini tenía 18 años y vivía en Chascomús. El 25 de abril pasado sufrió un accidente en moto y fue trasladado al Hospital Italiano de La Plata, donde fue entubado e ingresado en terapia intensiva. Para mantenerlo sedado, comenzó a recibir fentanilo. En un principio mostró signos de mejoría, pero luego desarrolló una neumonía hospitalaria. El 1° de mayo pasado fue operado de urgencia por inflamación cerebral y diagnosticado con muerte cerebral dos días después. “Pasaron una medicación alterada, infectaron a mi hijo y eso lo mató”, denunció su madre, Sol Francese. “Ocultaron información importantísima cinco días, sabiendo que eso lo estaba llevando a la muerte”, completó.

El origen

El caso se remonta a marzo pasado, cuando médicos del Hospital Italiano de La Plata detectaron varios cuadros de neumonía grave y se identificó un posible patrón común: todos los pacientes afectados habían recibido fentanilo proveniente del mismo lote. El 13 de mayo, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) emitió una alerta nacional y confirmó que las ampollas producidas por el Laboratorio Ramallo para HLB Pharma Group estaban contaminadas con bacterias como Klebsiella pneumoniae, productora de metalobetalactamasa (MBL) y Ralstonia pickettii, también encontradas en pacientes internados en Rosario, en Santa Fe y en otros puntos del país. Las plantas fueron clausuradas por graves fallas de manufactura.

El 28 de mayo, la Justicia ordenó la recuperación de tres lotes específicos (31202, 31244 y 31200) y secuestró miles de unidades en allanamientos realizados en laboratorios y droguerías. La causa es investigada por el Juzgado Federal N°3 de La Plata, a cargo del juez Ernesto Kreplak, e involucra a HLB Pharma, al laboratorio Ramallo y a la droguería Nueva Era. El Instituto Anlis Malbrán continúa con los peritajes, mientras que el Ministerio de Salud de la Nación, tres familias de víctimas y el propio Hospital Italiano actúan como querellantes.

Responsabilidad

Desde Rosario, una tercera historia también llegó a los tribunales. Claudio Napolitano tenía 80 años y había sido internado en el Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR) para corregir un desperfecto en su marcapasos. Fue entubado y sedado, pero su cuadro general era favorable. Murió el 1° de mayo pasado. Su hija Marcela, que es médica, accedió a la historia clínica y leyó una frase que la alarmó: “Durante su internación se utilizaron ampollas de fentanilo”. Días después, se enteró de que ese lote era uno de los que habían sido retirados. “Mi papá quería vivir mucho. Eso es lo que más duele”, dijo a LA NACIÓN.

“Lo llevaron al ICR porque ya se atendía ahí, era el mejor lugar cardiovascular de Rosario”, explicó. “Las primeras 48 horas las pasó bien. El 1° de mayo fui a trabajar tranquila, volví con churros para el personal y me encontré con su muerte. No tenía fiebre, ni síntomas. Solo el paro. Y en Rosario no existe trazabilidad: no se anota el número de ampolla en terapia intensiva”. Para ella, ese es uno de los principales problemas: “Con saber que se usó ese lote ya se lo considera caso sospechoso”.

Aunque forma parte del grupo de familias que piden justicia, Napolitano expresó a este medio su desacuerdo con que se ponga el foco sobre los hospitales, en especial en casos como el del ICR, donde —según sostiene— el personal médico actuó con profesionalismo y sin margen para prever la contaminación del fármaco. En su opinión, los principales responsables están en el laboratorio que produjo y distribuyó las ampollas adulteradas, y no considera que una movilización frente a instituciones de salud, como en el caso del Hospital Italiano de La Plata, sea la forma más justa de canalizar el reclamo.

Medidas

Durante la instrucción judicial, la Anmat reconoció haber emitido más de 100 observaciones técnicas sobre el proceso productivo del laboratorio Ramallo. Muchas de esas advertencias no fueron entregadas en los primeros requerimientos judiciales, y debió realizarse una orden de presentación con allanamiento para obtener un archivo que contenía irregularidades adicionales. En lo que va del año, los laboratorios HLB Pharma y Ramallo —ambos encabezados por Ariel Fernando García, también titular del grupo HLB Pharma— recibieron múltiples alertas y prohibiciones por parte de la Anmat debido a incumplimientos y problemas en la trazabilidad de medicamentos sensibles como dopamina, propofol, diclofenac, morfina y fentanilo.

La primera advertencia oficial del año ocurrió el 24 de febrero, cuando la Anmat advirtió incumplimientos de Buenas Prácticas de Fabricación en Laboratorios Ramallo SA, luego de una inspección realizada por el Instituto Nacional de Medicamentos (Iname) a raíz de distintos reportes. El 6 de marzo pasado, el organismo prohibió la comercialización de los productos “Dopamina HLB, dopamina clorhidrato 40 mg/ml inyectable IV” y “Dopamina HLB 100 mg AMP 5 ml” al detectar que no contaban con las etiquetas de trazabilidad correspondientes. Ese mismo día también se prohibió el uso del producto “Propofol HLB, propofol 10 mg/ml emulsión inyectable IV, lote 60000, vto. 30/09/2026, 50 frasco ampolla de 20 ml, Certificado N°43.900”, por la misma razón, y se ordenó a HLB Pharma Group SA el recupero inmediato de todas las unidades.

El 16 de abril, Anmat dispuso el retiro del mercado de todos los lotes del producto “Propofol HLB, propofol” elaborados bajo ese mismo certificado, con obligación de presentar la documentación respaldatoria ante el Departamento de Vigilancia Poscomercialización y Acciones Reguladoras del Iname. El 24 de abril, se prohibió también la comercialización, uso y distribución de los productos “Diclofenac HLB / Diclofenac Sódico” y “Morfina al 1% HLB”, con la misma exigencia de retiro y documentación. La alerta más grave fue emitida el 8 de mayo, cuando la Anmat prohibió el uso del producto “Fentanilo HLB / Citrato de Fentanilo, concentración 0,05 mg/ml, solución inyectable, frasco ampolla por 5 ml” por desvío de calidad, tras una denuncia del Hospital Italiano de La Plata. Esta medida se extendió a todo el país y está directamente relacionada con la investigación por la muerte de al menos 54 pacientes a causa de la adulteración del opioide inyectable.

Desde entonces, ambos laboratorios están en el centro de la causa judicial, que aún no tiene imputados ni detenidos. Hasta el momento, solo se dispuso la inhibición de bienes de Ariel Fernando García, de sus hermanos Damián Roberto y Diego, y de su madre, Nilda Furfaro.

“El Hospital Italiano de La Plata tuvo 18 fallecidos confirmados. Está la lista con nombre y apellido. Pero el hospital no llamó para avisar que sus familiares están dentro de la causa del fentanilo contaminado”, reclamó el hermano de Leonel Ayala. “Tenemos derecho a saber qué pasó con nuestros seres queridos. Primero queremos la verdad y después la justicia”, agregó.

El Hospital Italiano de La Plata evitó brindar declaraciones ante la consulta de este medio, al argumentar que su participación como parte querellante en la causa les impide hacer comentarios públicos adicionales. Desde la institución recordaron que su postura ya había sido expresada en el comunicado oficial difundido al conocerse el caso: “El reconocimiento como querellantes nos permitirá colaborar activamente en la investigación judicial, exigir justicia por lo ocurrido y reafirmar nuestro compromiso social con la salud, la seguridad del paciente y la confianza de toda la comunidad”, afirmaron. En ese mismo mensaje, manifestaron: “Lamentamos profundamente cada una de las pérdidas humanas y renovamos nuestro acompañamiento y compromiso por el pedido de justicia de todos los pacientes y familias afectadas”.

 Será el 31 de julio, frente al Hospital Italiano de La Plata, donde se registraron 18 fallecimientos; las historias de las víctimas  Read More