De campeonato amistoso a ser reconocida oficialmente por la Concacaf, la Leagues Cup estrenó formato en su quinta campaña, la tercera de manera consecutiva. Con 36 equipos, la mitad de la Liga de México y los restantes 18 de la Major League Soccer, se inició una aventura que tiene como premio deportivo la gloria y, además, la clasificación directa a la Concachampions, con la oportunidad de sacar boleto para el próximo Mundial de Clubes. Inter Miami y Atlas (México) se midieron en el Chase Stadium, en Fort Lauderdale, y con un agónico gol de Marcelo Weigandt, las Garzas festejaron la victoria 2 a 1 en el torneo que los tuvo ganadores en 2023.
Aquella conquista fue la primera de Lionel Messi desde su arribo a la MLS, y el encuentro con los mexicanos tuvo un plus: el debut de Rodrigo De Paul, que se unió a la franquicia desde Atlético de Madrid. “La ilusión que me trajo es la de jugar con el mejor del mundo”, sostuvo el mediocampista, de 31 años, quien sorprendió con la decisión de dejar la elite del fútbol para sumarse a la MLS; Inter Miami, mediante un comunicado, señaló que el argentino recibió el permiso de trabajo y el entrenador Javier Mascherano lo incluyó en la alineación titular, a pesar de que no tuvo prácticas con el grupo.
La Leagues Cup fue el torneo presentación de Messi en Inter Miami, en el segundo semestre de 2023: la estadística reflejó 10 goles en siete partidos y frente a Atlas el inicio fue promisorio para el capitán: no tuvo efectividad en la red, pero fue quien asistió a Telasco Segovia y a Weigandt en los goles de las Garzas.
El nuevo formato de la Leagues Cup tiene una “Fase Uno”, y una etapa eliminatoria, a partir de los cuartos de final. En el comienzo, los equipos jugarán tres partidos contra rivales de la otra liga –además de Atlas, los restantes clubes mexicanos que se medirán con Inter Miami serán Necaxa y Pumas-, mientras que los cuatro mejores equipos de cada liga avanzarán a la etapa de mata-mata.
Si un partido termina empatado en tiempo reglamentario, cada equipo sumará un punto, pero se desarrollará un desempate en definición por penales, y el ganador abrochará una unidad adicional.
Messi se rodeó de viejos conocidos, porque antes de De Paul se sumaron Luis Suárez, Jordi Alba y Sergio Busquets, para encarar un nuevo desafío. Reapareció tras no estar el sábado frente a Cincinnati por la MLS, ya que debió cumplir una fecha de suspensión por ausentarse sin causa justificada al Juego de las Estrellas que se desarrolló tres días antes. Volvió a jugar después de una pausa de 11 días, tras afrontar nueve partidos completos en 35 jornadas (uno cada cuatro) entre el Mundial de Clubes y la MLS, con varios viajes en el medio.
En un doble cinco, junto a Busquets, De Paul se posicionó para controlar el sector derecho; 11 años atrás, el 23 de agosto de 2014, el volante internacional se presentaba en Valencia (España). Con dos situaciones en menos de cinco minutos, el juego enseñó un ida y vuelta, a pesar de los 31 grados de temperatura. Luis Suárez, volcado por la izquierda, lanzó un centro y la pelota se cerró y se estrelló en el travesaño del arco del colombiano Camilo Vargas. La respuesta de Atlas se inició a partir de un error de Inter Miami, que de un tiro libre a favor cedió un córner; de esa acción, libre de marca cabeceó Gaddi Aguirre, pero no descubrió el arco. Los reproches entre los futbolistas por la desatención se disiparon con el dominio que empezaron a ejercer las Garzas en el desarrollo.
Messi con el traje de conductor, fue derribado por Sergio Hernández; De Paul protestó la infracción, pero el árbitro le dio continuidad al juego y Segovia fue bloqueado en su remate, cuando la pelota tenía destino de gol. Lentamente, los estadounidenses -la formación inicial no tuvo a ningún jugador de esa nacionalidad- tomaron el pulso, con Messi como eje: Leo apiló rivales, cedió a Alba, pero el español estaba en posición adelantada, cuando definía ante el achique de Vargas.
Explotar la velocidad de Tadeo Allende cuando el rival ofreció espacios y controlar la pelota, juntando pases, las dos partituras que tocó Inter Miami. Un remate cruzado del extremo derecho cordobés motivó una nueva intervención de Vargas, que con el pie derecho desvió la pelota. Con menos posesión, Atlas se las ingenió para ser punzante: nuevamente Aguirre, de cabeza, lanzándose en palomita, empujó la intervención del arquero Rios Novo, que con una estirada magnífica, despejó al córner. Los balones cruzados lastimaron a Inter Miami.
Tres malos controles, dos de Allende y el restante de Messi, impidieron a las Garzas poner en aprietos a Vargas, que en el juego aéreo respondió con solvencia ante los envíos de De Paul y de Leo. Atlas siempre esperó agazapado, ofreciendo campo y pelota, pero espiando el error: se equivocó en la salida Busquets y Aguirre remató desviado; el serbio Uros Durdevic probó con un disparo de media distancia, pero controló Ríos Novo.
Las dos caras que enseñó en el primer tiempo Inter Miami se reflejó en la última jugada: la combinación entre Messi y Alba finalizó en el remate de Suárez, que hizo temblar el travesaño del arco defendido por Vargas. El uruguayo quedó abrazado al poste, buscando una explicación por la definición que le impidió a las Garzas ponerse en ventaja.
A puro fuego Inter Miami, tras el reinicio del partido: sin cambios de nombres, pero con una posición ambiciosa más destacada. Messi, dos veces –primero de cabeza y luego con un remate desde fuera del área- dio aviso de que el equipo recobró las energías en los vestuarios y pretendía arrollar al rival. También Suárez, que se mantuvo encendido, hizo lucir a Vargas, a esa altura una de las piezas destacadas de Atlas.
La estocada de Busquets para habilitar a Messi, y el engaño de Leo ante la salida apresurada de Vargas para dejar al venezolano Segovia con el arco libre, la escena con la que Inter Miami rompió la paridad y empezó a justificar lo que reflejaba el desarrollo del partido. El rostro de descontento del director técnico Gonzalo Pineda, que en el primer tiempo tuvo un cruce de palabras con Mascherano, reclamando Fair Play, un síntoma de que la imagen que exhibía Atlas era muy alejada a la que se planificó.
Con el ingreso de Federico Redondo, reemplazó a Segovia, Inter Miami modificó el esquema táctico con el que empezó el partido: dejó el 4-2-3-1 para posicionarse 4-4-2, con Messi y Suárez como los delanteros; De Paul se mantuvo sobre la franja derecha de la zona de volantes, con Allende –suplantado por Benjamín Cremaschi- por el sector opuesto, con el equilibrio entre la experiencia y la juventud de Busquets y Redondo.
Atlas provocó los ingresos de Matías Coccaro y José Rivaldo Lozano, que fueron los artífices del gol del empate. Un desborde de Hernández, el centro y el uruguayo Coccaro que forcejeó con su compatriota Maximiliano Falcón; el rebote quedó para Lozano, que colocó la pelota junto al poste izquierdo de Ríos Novo.
El final no tuvo el vértigo del inicio, aunque las situaciones de riego se repartieron en las dos áreas. Atlas tuvo mayor explosión con los cambios, mientras que Inter Miami experimentó un mayor desgaste y cansancio. Coccaro no logró empujar una asistencia de cabeza de Durdeviv; las Garzas, en tiempo de suplementario, atacaron con Messi y Cremaschi, pero Leo –tras pase de De Paul- cometió infracción sobre Vargas y el extremo no logró empujar la pelota, luego de una habilitación de Alba.
El partido se consumía, porque los cinco minutos de adicional que dio el árbitro costarricense Juan Gabriel Calderón llegaba a su cuenta final, pero nuevamente Messi hizo gala de su gestión para armar la acción de la victoria: Suárez cedió a Leo, que tocó para Weigandt; el lateral convirtió, pero la jugada debió ser avalada por el VAR. El cierre tuvo escenas de protestas, exabruptos, porque Messi se lo dedicó a Coccaro en medio de los festejos (“Tomá, andá a buscarlo, ahora”, le habría dicho) y tras el pitazo De Paul fue increpado por Gustavo Ferrareis.
🎙️Rodri De Paul tras su debut: “Estoy muy feliz en el club, ojalá sea la primera victoria de muchas.”💗🖤 pic.twitter.com/HTHCfwGjPl
— Inter Miami CF (@InterMiamiCF) July 31, 2025
“Lo podríamos haber definido antes, pero tiene su condimento ganarlo sobre la hora. Estamos contentos. Me siento muy cómodo, toca disfrutarlo y ayudar a ganar títulos a Leo (Messi), compartir club es un orgullo para mí. Siempre que podía veía a Inter Miami, Masche quiere que juguemos, es un equipo que tiene mucha intensidad”, expresó De Paul después de su primer encuentro con las Garzas.
Lo mejor del partido
De campeonato amistoso a ser reconocida oficialmente por la Concacaf, la Leagues Cup estrenó formato en su quinta campaña, la tercera de manera consecutiva. Con 36 equipos, la mitad de la Liga de México y los restantes 18 de la Major League Soccer, se inició una aventura que tiene como premio deportivo la gloria y, además, la clasificación directa a la Concachampions, con la oportunidad de sacar boleto para el próximo Mundial de Clubes. Inter Miami y Atlas (México) se midieron en el Chase Stadium, en Fort Lauderdale, y con un agónico gol de Marcelo Weigandt, las Garzas festejaron la victoria 2 a 1 en el torneo que los tuvo ganadores en 2023.
Aquella conquista fue la primera de Lionel Messi desde su arribo a la MLS, y el encuentro con los mexicanos tuvo un plus: el debut de Rodrigo De Paul, que se unió a la franquicia desde Atlético de Madrid. “La ilusión que me trajo es la de jugar con el mejor del mundo”, sostuvo el mediocampista, de 31 años, quien sorprendió con la decisión de dejar la elite del fútbol para sumarse a la MLS; Inter Miami, mediante un comunicado, señaló que el argentino recibió el permiso de trabajo y el entrenador Javier Mascherano lo incluyó en la alineación titular, a pesar de que no tuvo prácticas con el grupo.
La Leagues Cup fue el torneo presentación de Messi en Inter Miami, en el segundo semestre de 2023: la estadística reflejó 10 goles en siete partidos y frente a Atlas el inicio fue promisorio para el capitán: no tuvo efectividad en la red, pero fue quien asistió a Telasco Segovia y a Weigandt en los goles de las Garzas.
El nuevo formato de la Leagues Cup tiene una “Fase Uno”, y una etapa eliminatoria, a partir de los cuartos de final. En el comienzo, los equipos jugarán tres partidos contra rivales de la otra liga –además de Atlas, los restantes clubes mexicanos que se medirán con Inter Miami serán Necaxa y Pumas-, mientras que los cuatro mejores equipos de cada liga avanzarán a la etapa de mata-mata.
Si un partido termina empatado en tiempo reglamentario, cada equipo sumará un punto, pero se desarrollará un desempate en definición por penales, y el ganador abrochará una unidad adicional.
Messi se rodeó de viejos conocidos, porque antes de De Paul se sumaron Luis Suárez, Jordi Alba y Sergio Busquets, para encarar un nuevo desafío. Reapareció tras no estar el sábado frente a Cincinnati por la MLS, ya que debió cumplir una fecha de suspensión por ausentarse sin causa justificada al Juego de las Estrellas que se desarrolló tres días antes. Volvió a jugar después de una pausa de 11 días, tras afrontar nueve partidos completos en 35 jornadas (uno cada cuatro) entre el Mundial de Clubes y la MLS, con varios viajes en el medio.
En un doble cinco, junto a Busquets, De Paul se posicionó para controlar el sector derecho; 11 años atrás, el 23 de agosto de 2014, el volante internacional se presentaba en Valencia (España). Con dos situaciones en menos de cinco minutos, el juego enseñó un ida y vuelta, a pesar de los 31 grados de temperatura. Luis Suárez, volcado por la izquierda, lanzó un centro y la pelota se cerró y se estrelló en el travesaño del arco del colombiano Camilo Vargas. La respuesta de Atlas se inició a partir de un error de Inter Miami, que de un tiro libre a favor cedió un córner; de esa acción, libre de marca cabeceó Gaddi Aguirre, pero no descubrió el arco. Los reproches entre los futbolistas por la desatención se disiparon con el dominio que empezaron a ejercer las Garzas en el desarrollo.
Messi con el traje de conductor, fue derribado por Sergio Hernández; De Paul protestó la infracción, pero el árbitro le dio continuidad al juego y Segovia fue bloqueado en su remate, cuando la pelota tenía destino de gol. Lentamente, los estadounidenses -la formación inicial no tuvo a ningún jugador de esa nacionalidad- tomaron el pulso, con Messi como eje: Leo apiló rivales, cedió a Alba, pero el español estaba en posición adelantada, cuando definía ante el achique de Vargas.
Explotar la velocidad de Tadeo Allende cuando el rival ofreció espacios y controlar la pelota, juntando pases, las dos partituras que tocó Inter Miami. Un remate cruzado del extremo derecho cordobés motivó una nueva intervención de Vargas, que con el pie derecho desvió la pelota. Con menos posesión, Atlas se las ingenió para ser punzante: nuevamente Aguirre, de cabeza, lanzándose en palomita, empujó la intervención del arquero Rios Novo, que con una estirada magnífica, despejó al córner. Los balones cruzados lastimaron a Inter Miami.
Tres malos controles, dos de Allende y el restante de Messi, impidieron a las Garzas poner en aprietos a Vargas, que en el juego aéreo respondió con solvencia ante los envíos de De Paul y de Leo. Atlas siempre esperó agazapado, ofreciendo campo y pelota, pero espiando el error: se equivocó en la salida Busquets y Aguirre remató desviado; el serbio Uros Durdevic probó con un disparo de media distancia, pero controló Ríos Novo.
Las dos caras que enseñó en el primer tiempo Inter Miami se reflejó en la última jugada: la combinación entre Messi y Alba finalizó en el remate de Suárez, que hizo temblar el travesaño del arco defendido por Vargas. El uruguayo quedó abrazado al poste, buscando una explicación por la definición que le impidió a las Garzas ponerse en ventaja.
A puro fuego Inter Miami, tras el reinicio del partido: sin cambios de nombres, pero con una posición ambiciosa más destacada. Messi, dos veces –primero de cabeza y luego con un remate desde fuera del área- dio aviso de que el equipo recobró las energías en los vestuarios y pretendía arrollar al rival. También Suárez, que se mantuvo encendido, hizo lucir a Vargas, a esa altura una de las piezas destacadas de Atlas.
La estocada de Busquets para habilitar a Messi, y el engaño de Leo ante la salida apresurada de Vargas para dejar al venezolano Segovia con el arco libre, la escena con la que Inter Miami rompió la paridad y empezó a justificar lo que reflejaba el desarrollo del partido. El rostro de descontento del director técnico Gonzalo Pineda, que en el primer tiempo tuvo un cruce de palabras con Mascherano, reclamando Fair Play, un síntoma de que la imagen que exhibía Atlas era muy alejada a la que se planificó.
Con el ingreso de Federico Redondo, reemplazó a Segovia, Inter Miami modificó el esquema táctico con el que empezó el partido: dejó el 4-2-3-1 para posicionarse 4-4-2, con Messi y Suárez como los delanteros; De Paul se mantuvo sobre la franja derecha de la zona de volantes, con Allende –suplantado por Benjamín Cremaschi- por el sector opuesto, con el equilibrio entre la experiencia y la juventud de Busquets y Redondo.
Atlas provocó los ingresos de Matías Coccaro y José Rivaldo Lozano, que fueron los artífices del gol del empate. Un desborde de Hernández, el centro y el uruguayo Coccaro que forcejeó con su compatriota Maximiliano Falcón; el rebote quedó para Lozano, que colocó la pelota junto al poste izquierdo de Ríos Novo.
El final no tuvo el vértigo del inicio, aunque las situaciones de riego se repartieron en las dos áreas. Atlas tuvo mayor explosión con los cambios, mientras que Inter Miami experimentó un mayor desgaste y cansancio. Coccaro no logró empujar una asistencia de cabeza de Durdeviv; las Garzas, en tiempo de suplementario, atacaron con Messi y Cremaschi, pero Leo –tras pase de De Paul- cometió infracción sobre Vargas y el extremo no logró empujar la pelota, luego de una habilitación de Alba.
El partido se consumía, porque los cinco minutos de adicional que dio el árbitro costarricense Juan Gabriel Calderón llegaba a su cuenta final, pero nuevamente Messi hizo gala de su gestión para armar la acción de la victoria: Suárez cedió a Leo, que tocó para Weigandt; el lateral convirtió, pero la jugada debió ser avalada por el VAR. El cierre tuvo escenas de protestas, exabruptos, porque Messi se lo dedicó a Coccaro en medio de los festejos (“Tomá, andá a buscarlo, ahora”, le habría dicho) y tras el pitazo De Paul fue increpado por Gustavo Ferrareis.
🎙️Rodri De Paul tras su debut: “Estoy muy feliz en el club, ojalá sea la primera victoria de muchas.”💗🖤 pic.twitter.com/HTHCfwGjPl
— Inter Miami CF (@InterMiamiCF) July 31, 2025
“Lo podríamos haber definido antes, pero tiene su condimento ganarlo sobre la hora. Estamos contentos. Me siento muy cómodo, toca disfrutarlo y ayudar a ganar títulos a Leo (Messi), compartir club es un orgullo para mí. Siempre que podía veía a Inter Miami, Masche quiere que juguemos, es un equipo que tiene mucha intensidad”, expresó De Paul después de su primer encuentro con las Garzas.
Lo mejor del partido
Las Garzas se impusieron 2 a 1 en el comienzo de la participación de la Leagues Cup Read More