La televisión busca renovarse, y apostar a caras que no son las tradicionales. De esa manera llegó hace varias semanas Homero Pettinato al canal Trece, en el marco de un programa que duró apenas quince emisiones al aire. Y en una tónica similar, América apuesta por Santi Maratea, para la conducción de Trato Hecho, un conocido ciclo de juegos que busca darle variedad a la pantalla de un canal que se nutre del vivo.
Pasadas de las diez de la noche, Santi Maratea entró al estudio con mucha energía y anunció: “Esto es Trato Hecho, el programa de entretenimientos que más plata entrega de todo el país. Bienvenidos, un placer estar acá, ¡y un merecido aplauso porque es mucho el dinero que pueden llevarse los participantes!”.
Al momento de presentarse, él comentó: “Soy Santi Maratea, estoy a cargo de la conducción. Estoy un poco nervioso, es mi primera vez conduciendo. Les quiero contar que hace diez u once años me paraba en la puerta de América, y he estado horas y horas, días y días. Yo soñaba que algún productor saliera, y me diera una oportunidad. Varios años después eso sucedió de la mano de Mariano Chihade y Lucas González, y le agradezco a América por recibirme en esta pantalla”.
El negocio y la Banca
Finalmente, comenzó la etapa del juego propiamente dicho, y Santiago explicó la dinámica. “No es la primera vez que voy a estar a cargo de gestionar tanta plata, son millones de pesos” aseguró el conductor, y luego agregó: “Les quiero decir a los participantes que voy a estar velando para que hagan las cosas bien y se vayan con la mayor cantidad de plata posible”.
Más adelante, el anfitrión de la velada detalló: “Hay 24 maletines, 24 participantes. Cada maletín tiene un monto diferente de plata, de los cien pesos a los veinte millones. Y la persona que pase a participar, va a empezar a abrir los maletines, y tratar de deducir cuánta plata puede llegar a tener su maletín, y en un momento va a empezar a negociar con la Banca. No queremos a la Banca, no nos cae bien, y su objetivo es que el participante se vaya a la casa con la menor cantidad de plata posible”.
Dicho eso, Maratea mostró una ruleta, que por azar designó el número dos como jugador de la noche. “¡Ian! Te tocó guacho, ¿estás contento?” le dijo Santiago al portador de la valija número dos, sin dejar de imponer un estilo descontracturado. Al momento de preguntarle qué lo motivaba a jugar, el participante detalló: “Soy de Lugano, quiero la plata para invertir con mi mamá en algún negocio”. “Qué tierno, digan ‘awww’”, pidió el conductor a la tribuna en la que se encontraban el resto de los 23 participantes.
A continuación, Ian comenzó a elegir distintos maletines, que le permitieran especular cuánto tenía en su poder, y luego de varias rondas llamó la Banca para hacer una oferta, y Maratea le dijo al teléfono: “Hola, ¿cómo estás? Me habían dicho que eras mala onda, pero no que eras maleducado” le dijo el conductor a su interlocutor, sin perder su estilo. Desde luego que la oferta fue muy baja, Ian la rechazó.
De ese modo la dinámica siguió adelante, y Maratea procuraba darle agilidad al ida y vuelta entre el juego, combinándolo con segmentos de diálogo con Ian. Así el conductor buscaba equilibrar los momentos de abrir maletines, junto a una charla amena con el participante. “Dos maletines más, y vuelve a llamar el gato de la Banca” anticipaba Santiago, procurando guiar al jugador pero sin descuidar un tono informal.
Y en la línea de hablar con Ian, Maratea protagonizó un momento de evidente sorpresa, cuando le preguntó: “¿Puedo preguntarte por tu viejo?”. “Sí, lo mataron” fue la respuesta del participante, y Santiago retrucó: “Lo lamento. A mi viejo no lo mataron, pero se murió. La bajamos un poco, ¿puede ser? Estamos en el debut, y los dos sin padre”. Ese pudo haber sido un instante bizarro, o peor aún, un minuto de solemnidad involuntario, sin embargo, la espontaneidad que a otro conductor puede jugarle en contra, a Maratea le jugó a favor, porque reaccionó frente a la historia del participante con evidente sorpresa y sin necesidad de especular con el golpe bajo. Hasta tuvo una graciosa incomodidad que en el balance, terminó resultado positiva.
Un claro ganador
La dinámica de Trato Hecho avanzó, Maratea no dejó de charlar nunca con el participante (hasta le propuso hacer algo de freestyle), y la fortuna dejó a Ian con una victoria en la que se llevó uno de los premios más suculentos de la noche. Y en su emisión debut, el resultado se reveló positivo.
Santiago Maratea al frente del programa, una figura de redes que indudablemente le resultara nueva a un segmento del público, se manejó de forma cómoda en el formato del juego. Y su manera descontracturada, apoyándose en muletillas que lo hacen cercano al espectador, se convierten en una firma ideal para ser capitalizada por la pantalla de América. Más aún, Trato Hecho resulta un paréntesis ideal para una grilla en la que tiene de vecinos a LAM y a Pasó en América, dos ciclos que respiran el nervio del aquí y el ahora.
Por ese motivo es que Trato Hecho tiene ahora el objetivo de conquistar un público propio, fiel, que permanezca en América con ganas de compartir esa hora diaria con Santiago Maratea, un conductor debutante ávido de afianzarse y afirmarse con una voz propia.
La televisión busca renovarse, y apostar a caras que no son las tradicionales. De esa manera llegó hace varias semanas Homero Pettinato al canal Trece, en el marco de un programa que duró apenas quince emisiones al aire. Y en una tónica similar, América apuesta por Santi Maratea, para la conducción de Trato Hecho, un conocido ciclo de juegos que busca darle variedad a la pantalla de un canal que se nutre del vivo.
Pasadas de las diez de la noche, Santi Maratea entró al estudio con mucha energía y anunció: “Esto es Trato Hecho, el programa de entretenimientos que más plata entrega de todo el país. Bienvenidos, un placer estar acá, ¡y un merecido aplauso porque es mucho el dinero que pueden llevarse los participantes!”.
Al momento de presentarse, él comentó: “Soy Santi Maratea, estoy a cargo de la conducción. Estoy un poco nervioso, es mi primera vez conduciendo. Les quiero contar que hace diez u once años me paraba en la puerta de América, y he estado horas y horas, días y días. Yo soñaba que algún productor saliera, y me diera una oportunidad. Varios años después eso sucedió de la mano de Mariano Chihade y Lucas González, y le agradezco a América por recibirme en esta pantalla”.
El negocio y la Banca
Finalmente, comenzó la etapa del juego propiamente dicho, y Santiago explicó la dinámica. “No es la primera vez que voy a estar a cargo de gestionar tanta plata, son millones de pesos” aseguró el conductor, y luego agregó: “Les quiero decir a los participantes que voy a estar velando para que hagan las cosas bien y se vayan con la mayor cantidad de plata posible”.
Más adelante, el anfitrión de la velada detalló: “Hay 24 maletines, 24 participantes. Cada maletín tiene un monto diferente de plata, de los cien pesos a los veinte millones. Y la persona que pase a participar, va a empezar a abrir los maletines, y tratar de deducir cuánta plata puede llegar a tener su maletín, y en un momento va a empezar a negociar con la Banca. No queremos a la Banca, no nos cae bien, y su objetivo es que el participante se vaya a la casa con la menor cantidad de plata posible”.
Dicho eso, Maratea mostró una ruleta, que por azar designó el número dos como jugador de la noche. “¡Ian! Te tocó guacho, ¿estás contento?” le dijo Santiago al portador de la valija número dos, sin dejar de imponer un estilo descontracturado. Al momento de preguntarle qué lo motivaba a jugar, el participante detalló: “Soy de Lugano, quiero la plata para invertir con mi mamá en algún negocio”. “Qué tierno, digan ‘awww’”, pidió el conductor a la tribuna en la que se encontraban el resto de los 23 participantes.
A continuación, Ian comenzó a elegir distintos maletines, que le permitieran especular cuánto tenía en su poder, y luego de varias rondas llamó la Banca para hacer una oferta, y Maratea le dijo al teléfono: “Hola, ¿cómo estás? Me habían dicho que eras mala onda, pero no que eras maleducado” le dijo el conductor a su interlocutor, sin perder su estilo. Desde luego que la oferta fue muy baja, Ian la rechazó.
De ese modo la dinámica siguió adelante, y Maratea procuraba darle agilidad al ida y vuelta entre el juego, combinándolo con segmentos de diálogo con Ian. Así el conductor buscaba equilibrar los momentos de abrir maletines, junto a una charla amena con el participante. “Dos maletines más, y vuelve a llamar el gato de la Banca” anticipaba Santiago, procurando guiar al jugador pero sin descuidar un tono informal.
Y en la línea de hablar con Ian, Maratea protagonizó un momento de evidente sorpresa, cuando le preguntó: “¿Puedo preguntarte por tu viejo?”. “Sí, lo mataron” fue la respuesta del participante, y Santiago retrucó: “Lo lamento. A mi viejo no lo mataron, pero se murió. La bajamos un poco, ¿puede ser? Estamos en el debut, y los dos sin padre”. Ese pudo haber sido un instante bizarro, o peor aún, un minuto de solemnidad involuntario, sin embargo, la espontaneidad que a otro conductor puede jugarle en contra, a Maratea le jugó a favor, porque reaccionó frente a la historia del participante con evidente sorpresa y sin necesidad de especular con el golpe bajo. Hasta tuvo una graciosa incomodidad que en el balance, terminó resultado positiva.
Un claro ganador
La dinámica de Trato Hecho avanzó, Maratea no dejó de charlar nunca con el participante (hasta le propuso hacer algo de freestyle), y la fortuna dejó a Ian con una victoria en la que se llevó uno de los premios más suculentos de la noche. Y en su emisión debut, el resultado se reveló positivo.
Santiago Maratea al frente del programa, una figura de redes que indudablemente le resultara nueva a un segmento del público, se manejó de forma cómoda en el formato del juego. Y su manera descontracturada, apoyándose en muletillas que lo hacen cercano al espectador, se convierten en una firma ideal para ser capitalizada por la pantalla de América. Más aún, Trato Hecho resulta un paréntesis ideal para una grilla en la que tiene de vecinos a LAM y a Pasó en América, dos ciclos que respiran el nervio del aquí y el ahora.
Por ese motivo es que Trato Hecho tiene ahora el objetivo de conquistar un público propio, fiel, que permanezca en América con ganas de compartir esa hora diaria con Santiago Maratea, un conductor debutante ávido de afianzarse y afirmarse con una voz propia.
El influencer llegó a las noches de América en busca de un nuevo desafío Read More