Dato oficial: el Indec confirmó que la economía cayó 5,1% en el primer trimestre de 2024

Es el dato que le puso cifra oficial a la recesión de comienzos de 2024. Hoy, el Indec confirmó que el PBI cayó 5,1% interanual en el primer trimestre de este año, en un contexto de fuerte contracción del consumo, la producción industrial y la inversión.

De hecho, esta variable fue la que mostró un peor registro en los primeros tres meses del año, con un desplome del 23,4% interanual que refleja las consecuencias negativas en el corto plazo de las medidas económicas aplicadas por el Gobierno sobre las empresas.

El escenario negativo en el primer trimestre, luego de la devaluación del tipo de cambio, la aceleración inflacionaria (57,3% en el período) y la caída del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, también tuvo como consecuencia una baja del 6,7% interanual en el consumo privado, principal componente del PBI argentino.

A su vez, el ajuste del gasto público, entre recorte de partidas y eliminación de programas, se reflejó en una contracción del 5% interanual en el consumo privado.

La devaluación de diciembre también cambió la ecuación del sector externo: crecieron un 26,1% interanual las exportaciones, con un desplome del 20,1% en las importaciones, asociadas también a un menor nivel de actividad.

El informe publicado hoy por el Indec confirma la tendencia negativa de los primeros tres meses que ya habían anticipado números sectoriales (comercio, industria, construcción) y las propias cifras del organismo, que a través del EMAE (Estimador mensual de actividad económica) había informado una contracción del 5,3% en el período.

En el análisis sectorial, la industria fue el sector más afectado y el de mayor preponderancia dentro de la caída de la economía. Este rubro cayó un 13,7% interanual en el período y explicó 2,16 puntos porcentuales de la contracción general del PBI. Otras actividades con dinámica negativa fueron la construcción (-19,7% interanual), la intermediación financiera (-13%), el comercio (-8,7%), transporte y comunicaciones (-1,1%) y el sector de las actividades inmobiliarias y de alquiler (-1,6%).

Entre los ganadores del período se ubicaron agricultura y ganadería, que creció 10,% interanual (luego de la sequía que afectó al sector en 2023), la explotación de minas, canteras e hidrocarburos (creció 8% interanual) y la pesca (3,2%), tres sectores a la vez de alto perfil exportador.

Recesión: del optimismo oficial a las advertencias del FMI

Pese al entusiasmo oficial por un rebote en el nivel de actividad (”la economía va a subir como pedo de buzo”, dijo semanas atrás Milei), las proyecciones descartan una recuperación en ‘V’ y espera, en el mejor de los casos, una paulatina suba durante la segunda mitad del año. De hecho, en sus últimos pronósticos, tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoraron su pronóstico.

El organismo que conduce Kristalina Georgieva anticipa ahora que el producto bruto interno (PBI) argentino caerá un 3,5% para este año, (el desplome sería del 6% sin considerar al sector agrícola y su recuperación tras la sequía de 2023). Fue en su último staff report sobre el país, donde el FMI, si bien espera un rebote del 5% para 2025, también advirtió sobre los riesgos de una recesión más prolongada de lo esperado, que podría generar tensiones sociales.

Según Alejandro Giacoia, economista de Econviews, la economía “puede haber hecho piso” y podría “estabilizarse en el segundo semestre”. “Eso implicaría que la economía dejó de caer. La mayoría de los indicadores adelantados muestran que en abril se apagaron muchas luces rojas y se prendieron varias verdes. Para mayo hay menos datos disponibles pero los que están van en la misma dirección”, dijo el analista, que proyecta una caída anual del 3,6%.

“Creemos que puede haber un repunte aunque no va a ser algo que se sienta muy fuerte en la calle. En el promedio del año la economía va a terminar cayendo con respecto a 2023. De todas maneras, los próximos meses deberían ser mejores en términos de actividad. La clave va a estar en la recuperación del salario real y a partir de eso la mejora del consumo. Y el resurgimiento del crédito también es algo que va a ayudar no solo por el lado del consumo de los hogares sino también de la inversión”, concluye el analista.

Es el dato que le puso cifra oficial a la recesión de comienzos de 2024. Hoy, el Indec confirmó que el PBI cayó 5,1% interanual en el primer trimestre de este año, en un contexto de fuerte contracción del consumo, la producción industrial y la inversión.

De hecho, esta variable fue la que mostró un peor registro en los primeros tres meses del año, con un desplome del 23,4% interanual que refleja las consecuencias negativas en el corto plazo de las medidas económicas aplicadas por el Gobierno sobre las empresas.

El escenario negativo en el primer trimestre, luego de la devaluación del tipo de cambio, la aceleración inflacionaria (57,3% en el período) y la caída del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, también tuvo como consecuencia una baja del 6,7% interanual en el consumo privado, principal componente del PBI argentino.

A su vez, el ajuste del gasto público, entre recorte de partidas y eliminación de programas, se reflejó en una contracción del 5% interanual en el consumo privado.

La devaluación de diciembre también cambió la ecuación del sector externo: crecieron un 26,1% interanual las exportaciones, con un desplome del 20,1% en las importaciones, asociadas también a un menor nivel de actividad.

El informe publicado hoy por el Indec confirma la tendencia negativa de los primeros tres meses que ya habían anticipado números sectoriales (comercio, industria, construcción) y las propias cifras del organismo, que a través del EMAE (Estimador mensual de actividad económica) había informado una contracción del 5,3% en el período.

En el análisis sectorial, la industria fue el sector más afectado y el de mayor preponderancia dentro de la caída de la economía. Este rubro cayó un 13,7% interanual en el período y explicó 2,16 puntos porcentuales de la contracción general del PBI. Otras actividades con dinámica negativa fueron la construcción (-19,7% interanual), la intermediación financiera (-13%), el comercio (-8,7%), transporte y comunicaciones (-1,1%) y el sector de las actividades inmobiliarias y de alquiler (-1,6%).

Entre los ganadores del período se ubicaron agricultura y ganadería, que creció 10,% interanual (luego de la sequía que afectó al sector en 2023), la explotación de minas, canteras e hidrocarburos (creció 8% interanual) y la pesca (3,2%), tres sectores a la vez de alto perfil exportador.

Recesión: del optimismo oficial a las advertencias del FMI

Pese al entusiasmo oficial por un rebote en el nivel de actividad (”la economía va a subir como pedo de buzo”, dijo semanas atrás Milei), las proyecciones descartan una recuperación en ‘V’ y espera, en el mejor de los casos, una paulatina suba durante la segunda mitad del año. De hecho, en sus últimos pronósticos, tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoraron su pronóstico.

El organismo que conduce Kristalina Georgieva anticipa ahora que el producto bruto interno (PBI) argentino caerá un 3,5% para este año, (el desplome sería del 6% sin considerar al sector agrícola y su recuperación tras la sequía de 2023). Fue en su último staff report sobre el país, donde el FMI, si bien espera un rebote del 5% para 2025, también advirtió sobre los riesgos de una recesión más prolongada de lo esperado, que podría generar tensiones sociales.

Según Alejandro Giacoia, economista de Econviews, la economía “puede haber hecho piso” y podría “estabilizarse en el segundo semestre”. “Eso implicaría que la economía dejó de caer. La mayoría de los indicadores adelantados muestran que en abril se apagaron muchas luces rojas y se prendieron varias verdes. Para mayo hay menos datos disponibles pero los que están van en la misma dirección”, dijo el analista, que proyecta una caída anual del 3,6%.

“Creemos que puede haber un repunte aunque no va a ser algo que se sienta muy fuerte en la calle. En el promedio del año la economía va a terminar cayendo con respecto a 2023. De todas maneras, los próximos meses deberían ser mejores en términos de actividad. La clave va a estar en la recuperación del salario real y a partir de eso la mejora del consumo. Y el resurgimiento del crédito también es algo que va a ayudar no solo por el lado del consumo de los hogares sino también de la inversión”, concluye el analista.

 La dinámica se profundizó tras la devaluación de diciembre, el menor poder adquisitivo de los ingresos y el ajuste fiscal; según proyecciones del FMI y el Banco Mundial, el PBI se contraerá 3,5% este año  Read More

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