Premios a la innovación

Cuando parece que ya está todo inventado, aparecen quienes son capaces de poner el ojo más allá, aprovechando los avances tecnológicos para salir al encuentro de una necesidad insatisfecha, de un nicho de mercado inexplotado o de un formato novedoso, pegando una vuelta de tuerca que no tarda en mostrar su efectividad. Esa capacidad para anticiparse al futuro merece ser aplaudida tal como Visa y LA NACION se han propuesto.

Premios hay muchos. Pero el Premio a la Innovación, que ya va por su cuarta edición, reviste un cariz especial porque celebra precisamente la creatividad y la sensibilidad de quienes supieron desarrollar algo novedoso o beneficioso para la comunidad.

Tal el caso de Oncoliq, un test de sangre para detección temprana de unos 50 tipos de cáncer desarrollado por investigadoras del Conicet. También en el terreno de la salud, Biomakers ofrece tratamientos personalizados a través de testeos biomoleculares y genéticos. Kinetical Implantes se propone sumar esperanza de vida con sus productos metalmecánicos.

En materia de alimentos, NotCo revolucionó el mercado con productos de origen vegetal que sustituyen a los de origen animal, mientras que Argensun Foods supo diversificarse y reinventar sus negocios. Por su parte, Alamesa el primer restaurante argentino atendido por personas neurodiversas que ha cambiado la vida de quienes allí trabajan, demostró que además puede ser rentable.

En el área de servicios financieros, Brubank nació con los cambios de hábitos y formas de pago como empresa B, ciento por ciento digital. Tributo Simple es una plataforma segura y accesible que ofrece los servicios de un contador desde un celular. Natura se reconvirtió como empresa digital impulsando nuevos canales de ventas.

Hubo también menciones especiales para Slice Token, que propone invertir en el inicio de las carreras de deportistas a cambio de una participación en premios futuros; Verga Hermanos, con 130 años de trayectoria, que impulsó el “Usá usado”; Mocha Celis, con acciones que derriban barreras para personas LTGB; Pala Blockchain, como promotores de una tokenización segura a distintos fines. Delfina Irazusta fue distinguida como Actor Social Innovador, fundadora de la Red de Innovación Social, al igual que Eduardo Oderigo, creador del equipo de rugby Espartanos que cambia vidas en las cárceles. A Alexia Rattazzi le correspondió una mención por sus aportes en temas de autismo. La Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme) otorgó una mención especial al Ministerio de Salud de Córdoba por sus aportes.

También se premió a CEOs innovadores que se salen del molde como Gastón Remy –actualmente en Nuqlea, una start up que conecta dos puntas en torno al tema de materiales de construcción– o Martín Ticinese, el presidente comprometido con el triple impacto de Cervecería y Maltería Quilmes.

Ante los desafíos políticos, ambientales y tecnológicos del presente la innovación se plantea como clave para sobrevivir. Hasta los equipos más pequeños abocados a I&D consiguen impactos trascendentes cuando exhiben una mentalidad flexible y una capacidad para enfrentar los riesgos. La Argentina tiene una larga trayectoria de innovación que debemos potenciar. Felicitamos a quienes ganaron estos premios y nos lanzamos con entusiasmo a la próxima edición.

Cuando parece que ya está todo inventado, aparecen quienes son capaces de poner el ojo más allá, aprovechando los avances tecnológicos para salir al encuentro de una necesidad insatisfecha, de un nicho de mercado inexplotado o de un formato novedoso, pegando una vuelta de tuerca que no tarda en mostrar su efectividad. Esa capacidad para anticiparse al futuro merece ser aplaudida tal como Visa y LA NACION se han propuesto.

Premios hay muchos. Pero el Premio a la Innovación, que ya va por su cuarta edición, reviste un cariz especial porque celebra precisamente la creatividad y la sensibilidad de quienes supieron desarrollar algo novedoso o beneficioso para la comunidad.

Tal el caso de Oncoliq, un test de sangre para detección temprana de unos 50 tipos de cáncer desarrollado por investigadoras del Conicet. También en el terreno de la salud, Biomakers ofrece tratamientos personalizados a través de testeos biomoleculares y genéticos. Kinetical Implantes se propone sumar esperanza de vida con sus productos metalmecánicos.

En materia de alimentos, NotCo revolucionó el mercado con productos de origen vegetal que sustituyen a los de origen animal, mientras que Argensun Foods supo diversificarse y reinventar sus negocios. Por su parte, Alamesa el primer restaurante argentino atendido por personas neurodiversas que ha cambiado la vida de quienes allí trabajan, demostró que además puede ser rentable.

En el área de servicios financieros, Brubank nació con los cambios de hábitos y formas de pago como empresa B, ciento por ciento digital. Tributo Simple es una plataforma segura y accesible que ofrece los servicios de un contador desde un celular. Natura se reconvirtió como empresa digital impulsando nuevos canales de ventas.

Hubo también menciones especiales para Slice Token, que propone invertir en el inicio de las carreras de deportistas a cambio de una participación en premios futuros; Verga Hermanos, con 130 años de trayectoria, que impulsó el “Usá usado”; Mocha Celis, con acciones que derriban barreras para personas LTGB; Pala Blockchain, como promotores de una tokenización segura a distintos fines. Delfina Irazusta fue distinguida como Actor Social Innovador, fundadora de la Red de Innovación Social, al igual que Eduardo Oderigo, creador del equipo de rugby Espartanos que cambia vidas en las cárceles. A Alexia Rattazzi le correspondió una mención por sus aportes en temas de autismo. La Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme) otorgó una mención especial al Ministerio de Salud de Córdoba por sus aportes.

También se premió a CEOs innovadores que se salen del molde como Gastón Remy –actualmente en Nuqlea, una start up que conecta dos puntas en torno al tema de materiales de construcción– o Martín Ticinese, el presidente comprometido con el triple impacto de Cervecería y Maltería Quilmes.

Ante los desafíos políticos, ambientales y tecnológicos del presente la innovación se plantea como clave para sobrevivir. Hasta los equipos más pequeños abocados a I&D consiguen impactos trascendentes cuando exhiben una mentalidad flexible y una capacidad para enfrentar los riesgos. La Argentina tiene una larga trayectoria de innovación que debemos potenciar. Felicitamos a quienes ganaron estos premios y nos lanzamos con entusiasmo a la próxima edición.

 Cuando parece que ya está todo inventado, aparecen quienes son capaces de poner el ojo más allá, aprovechando los avances tecnológicos para salir al encuentro de una necesidad insatisfecha, de un nicho de mercado inexplotado o de un formato novedoso, pegando una vuelta de tuerca que no tarda en mostrar su efectividad. Esa capacidad para anticiparse al futuro merece ser aplaudida tal como Visa y LA NACION se han propuesto.Premios hay muchos. Pero el Premio a la Innovación, que ya va por su cuarta edición, reviste un cariz especial porque celebra precisamente la creatividad y la sensibilidad de quienes supieron desarrollar algo novedoso o beneficioso para la comunidad.Tal el caso de Oncoliq, un test de sangre para detección temprana de unos 50 tipos de cáncer desarrollado por investigadoras del Conicet. También en el terreno de la salud, Biomakers ofrece tratamientos personalizados a través de testeos biomoleculares y genéticos. Kinetical Implantes se propone sumar esperanza de vida con sus productos metalmecánicos.En materia de alimentos, NotCo revolucionó el mercado con productos de origen vegetal que sustituyen a los de origen animal, mientras que Argensun Foods supo diversificarse y reinventar sus negocios. Por su parte, Alamesa el primer restaurante argentino atendido por personas neurodiversas que ha cambiado la vida de quienes allí trabajan, demostró que además puede ser rentable.En el área de servicios financieros, Brubank nació con los cambios de hábitos y formas de pago como empresa B, ciento por ciento digital. Tributo Simple es una plataforma segura y accesible que ofrece los servicios de un contador desde un celular. Natura se reconvirtió como empresa digital impulsando nuevos canales de ventas.Hubo también menciones especiales para Slice Token, que propone invertir en el inicio de las carreras de deportistas a cambio de una participación en premios futuros; Verga Hermanos, con 130 años de trayectoria, que impulsó el “Usá usado”; Mocha Celis, con acciones que derriban barreras para personas LTGB; Pala Blockchain, como promotores de una tokenización segura a distintos fines. Delfina Irazusta fue distinguida como Actor Social Innovador, fundadora de la Red de Innovación Social, al igual que Eduardo Oderigo, creador del equipo de rugby Espartanos que cambia vidas en las cárceles. A Alexia Rattazzi le correspondió una mención por sus aportes en temas de autismo. La Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme) otorgó una mención especial al Ministerio de Salud de Córdoba por sus aportes.También se premió a CEOs innovadores que se salen del molde como Gastón Remy –actualmente en Nuqlea, una start up que conecta dos puntas en torno al tema de materiales de construcción– o Martín Ticinese, el presidente comprometido con el triple impacto de Cervecería y Maltería Quilmes.Ante los desafíos políticos, ambientales y tecnológicos del presente la innovación se plantea como clave para sobrevivir. Hasta los equipos más pequeños abocados a I&D consiguen impactos trascendentes cuando exhiben una mentalidad flexible y una capacidad para enfrentar los riesgos. La Argentina tiene una larga trayectoria de innovación que debemos potenciar. Felicitamos a quienes ganaron estos premios y nos lanzamos con entusiasmo a la próxima edición.  Read More

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *