ROSARIO.- Un crimen atroz y una morbosidad pocas veces vista, quedaron expuestos en la audiencia en la que la fiscalía de San Lorenzo imputó a cinco detenidos por el asesinato de Sofía Delgado, una joven de 20 años, que desapareció el 30 de octubre pasado y cuyo cuerpo fue encontrado el miércoles pasado, atado de pies y manos, con un trapo en la boca, y cubierto con una manta térmica, en un descampado a 700 metros de una ruta cercana a Ricardone.
El fiscal Carlos Ortigoza describió pasajes de esta trama que provocaron estupor. Dijo que Alejandro Bevilaqcua, uno de los detenidos, asesinó a Sofía “por placer” y por “ira”. Este hombre de 35 años fue quien pasó a buscar a la joven, cuando salió de su casa en la noche del 30 de octubre. Con ella tenía una relación previa. La llevó en un Peugeot 308 a un galpón, donde estaban los otros dos detenidos: Eduardo Mordini, dueño del taller mecánico, y Brian Baumann, un empleado. Según la imputación, los tres mataron a Sofía. La autopsia reveló que falleció por asfixia mecánica.
Según el fiscal, Bevilaqcua buscó en sitios de pornografía en Internet cómo atar con precintos a Sofía. Este hombre, que la habría matado por “placer”, según Ortigoza, dijo en diálogos previos por WhatsApp que si Sofía moría “a nadie le iba a importar”. Desde hacía dos años que esta joven no veía a su madre Claudina Badano, quien tenía una orden de no acercarse a su hija por una denuncia judicial. Su madre fue quien marchó y reclamó por la aparición de Delgado, aunque luego desapareció de escena.
Después de matarla en el taller, escondieron el cadáver en un baño, dentro de una bolsa negra. Es llamativa algunas coincidencias de este caso con el de Andrea Portillo, de 45 años, cuyo cadáver apareció el 11 de julio pasado en una zona cercana a la ruta de la Cremería, el mismo sitio donde fue encontrado el cuerpo de Sofía. Recién el 11 de septiembre lograron determinar la identidad del cadáver, porque estaba en avanzado estado de descomposición. Portillo era una trabajadora sexual que ofrecía sus servicios en la zona con camioneros. Había desaparecido el 25 de marzo último.
Portillo vivía en la zona suroeste de la ciudad de Santa Fe. El sustento para mantener a su familia era el sexo por dinero en el sur de la provincia. La investigación sobre este crimen no avanzó. La policía está sospechada de manejar históricamente esas cajas negras de la recaudación de la prostitución en una zona donde la afluencia de 10.000 camiones por día, que llegan a los puertos cerealeros, genera varios negocios, entre ellos, el del sexo.
Sofía Delgado no ejercía formalmente la prostitución, pero tenía una relación extraña con Bevilaqcua, a quien en su casa en Pergamino se le secuestraron objetos que se usan para actividades sadomasoquistas.
Después de escuchar el relato del fiscal, el juez Eugenio Romanini dictó la prisión preventiva por 180 días por Baumann, Bevilaqcua y Mordini. Para las otras dos mujeres detenidas dispuso una medida no privativa de la libertad.
A Miranda L. se le atribuyó haber ayudado a Bevilacqua a esconderse en su domicilio de General Paz al 1000, en Pergamino. En esa casa secuestraron elementos utilizados en el homicidio. A Natalia P. le imputaron haber colaborado con Bevilacqua en ocultar elementos provenientes del homicidio, como las prendas de vestir que el imputado utilizó para cometer el asesinato.
Encontraron el cuerpo de Sofía Delgado: había sido vista por última vez el 30 de octubre
Ortigoza se mostró conforme tras la audiencia imputativa en la que el juez Romanini determinó 180 días de prisión preventiva para los tres hombres acusados y el mismo tiempo pero en libertad con restricciones para las mujeres. “La Fiscalía sostiene que hubo una planificación premeditada y que a raíz de esa planificación se da muerte a Sofía”, explicó Ortigoza.
El fiscal señaló tras la audiencia que la principal hipótesis es que “fue un femicidio en términos de matar por placer a una persona de sexo femenino”. Consideró, además, que Sofía Delgado fue una “víctima vulnerable”.
“Los mensajes que había eran propuestas de Bevilaqcua. Hablan de Sofía, de una chica que no tenía madre y nadie iba a reclamar. Sofía estaba distanciada hacía dos años de la madre”, indicó Ortigoza. “Luego, hablan de Sofía para descargar su ira entre los dos. Hay vínculos de internet de páginas pornográficas con mujeres atadas”, agregó el fiscal.
ROSARIO.- Un crimen atroz y una morbosidad pocas veces vista, quedaron expuestos en la audiencia en la que la fiscalía de San Lorenzo imputó a cinco detenidos por el asesinato de Sofía Delgado, una joven de 20 años, que desapareció el 30 de octubre pasado y cuyo cuerpo fue encontrado el miércoles pasado, atado de pies y manos, con un trapo en la boca, y cubierto con una manta térmica, en un descampado a 700 metros de una ruta cercana a Ricardone.
El fiscal Carlos Ortigoza describió pasajes de esta trama que provocaron estupor. Dijo que Alejandro Bevilaqcua, uno de los detenidos, asesinó a Sofía “por placer” y por “ira”. Este hombre de 35 años fue quien pasó a buscar a la joven, cuando salió de su casa en la noche del 30 de octubre. Con ella tenía una relación previa. La llevó en un Peugeot 308 a un galpón, donde estaban los otros dos detenidos: Eduardo Mordini, dueño del taller mecánico, y Brian Baumann, un empleado. Según la imputación, los tres mataron a Sofía. La autopsia reveló que falleció por asfixia mecánica.
Según el fiscal, Bevilaqcua buscó en sitios de pornografía en Internet cómo atar con precintos a Sofía. Este hombre, que la habría matado por “placer”, según Ortigoza, dijo en diálogos previos por WhatsApp que si Sofía moría “a nadie le iba a importar”. Desde hacía dos años que esta joven no veía a su madre Claudina Badano, quien tenía una orden de no acercarse a su hija por una denuncia judicial. Su madre fue quien marchó y reclamó por la aparición de Delgado, aunque luego desapareció de escena.
Después de matarla en el taller, escondieron el cadáver en un baño, dentro de una bolsa negra. Es llamativa algunas coincidencias de este caso con el de Andrea Portillo, de 45 años, cuyo cadáver apareció el 11 de julio pasado en una zona cercana a la ruta de la Cremería, el mismo sitio donde fue encontrado el cuerpo de Sofía. Recién el 11 de septiembre lograron determinar la identidad del cadáver, porque estaba en avanzado estado de descomposición. Portillo era una trabajadora sexual que ofrecía sus servicios en la zona con camioneros. Había desaparecido el 25 de marzo último.
Portillo vivía en la zona suroeste de la ciudad de Santa Fe. El sustento para mantener a su familia era el sexo por dinero en el sur de la provincia. La investigación sobre este crimen no avanzó. La policía está sospechada de manejar históricamente esas cajas negras de la recaudación de la prostitución en una zona donde la afluencia de 10.000 camiones por día, que llegan a los puertos cerealeros, genera varios negocios, entre ellos, el del sexo.
Sofía Delgado no ejercía formalmente la prostitución, pero tenía una relación extraña con Bevilaqcua, a quien en su casa en Pergamino se le secuestraron objetos que se usan para actividades sadomasoquistas.
Después de escuchar el relato del fiscal, el juez Eugenio Romanini dictó la prisión preventiva por 180 días por Baumann, Bevilaqcua y Mordini. Para las otras dos mujeres detenidas dispuso una medida no privativa de la libertad.
A Miranda L. se le atribuyó haber ayudado a Bevilacqua a esconderse en su domicilio de General Paz al 1000, en Pergamino. En esa casa secuestraron elementos utilizados en el homicidio. A Natalia P. le imputaron haber colaborado con Bevilacqua en ocultar elementos provenientes del homicidio, como las prendas de vestir que el imputado utilizó para cometer el asesinato.
Encontraron el cuerpo de Sofía Delgado: había sido vista por última vez el 30 de octubre
Ortigoza se mostró conforme tras la audiencia imputativa en la que el juez Romanini determinó 180 días de prisión preventiva para los tres hombres acusados y el mismo tiempo pero en libertad con restricciones para las mujeres. “La Fiscalía sostiene que hubo una planificación premeditada y que a raíz de esa planificación se da muerte a Sofía”, explicó Ortigoza.
El fiscal señaló tras la audiencia que la principal hipótesis es que “fue un femicidio en términos de matar por placer a una persona de sexo femenino”. Consideró, además, que Sofía Delgado fue una “víctima vulnerable”.
“Los mensajes que había eran propuestas de Bevilaqcua. Hablan de Sofía, de una chica que no tenía madre y nadie iba a reclamar. Sofía estaba distanciada hacía dos años de la madre”, indicó Ortigoza. “Luego, hablan de Sofía para descargar su ira entre los dos. Hay vínculos de internet de páginas pornográficas con mujeres atadas”, agregó el fiscal.
Los cinco detenidos fueron imputados por el asesinato de la joven de 20 años que desapareció el 30 de octubre pasado Read More