Jude Law: aceptó protagonizar Alfie, en el set se enamoró de Sienna Miller, pero el mujeriego de ficción se apoderó de su vida cotidiana

Cuando en 2004 el guion de la reedición de Alfie, el clásico de los 60 protagonizado por Michael Caine, llegó a manos de Jude Law, el actor inglés pensó que se trataba de una gran idea. Sin embargo, con el paso del tiempo y en perspectiva, el film se convirtió en un verdadero trago amargo en su vida: la crítica no acompañó, no recaudó lo esperado y el resultado final distó de la profundidad que él hubiera querido darle a la historia. Además, en el plano personal, se enamoró de su compañera de elenco, Sienna Miller y se convirtió en uno de los personajes más buscados de Hollywood, hasta que la engañó con la niñera -como si Alfie se hubiera apoderado de su vida- y terminó pidiendo perdón de forma pública.

Alfie cuenta la vida de un sensual y carismático chofer de Nueva York que sale con muchas mujeres y es incapaz de comprometerse con ninguna hasta que un hecho puntual lo lleva a replantearse su egocéntrica existencia. Además de ver sus maniobras para enamorar a cada una de sus conquistas, Alfie rompe la cuarta pared -esa barrera imaginaria que existe entre el público y los actores, entre la realidad y la ficción- y le cuenta al espectador, mirándolo a los ojos, su filosofía y su forma de ver el mundo, tanto cuando se siente un ganador como cuando comienza a cuestionar su existencia.

La remake tuvo su gran estreno el 22 de octubre de 2004. La reacción del público no fue la esperada por Paramount Pictures: la película pudo recaudar apenas un poco más de la mitad de los 60 millones de dólares que tuvo como presupuesto. Y si bien los críticos resaltaron el trabajo de la estrella inglesa, los malos resultados de taquilla le quitaron fuerza al impulso con el que venía la carrera de Law después de obtener una nominación al Oscar.

Un film machista en tiempos feministas

El proyecto comenzó a tomar forma cuando Elaine Pope, guionista y productora del film, se acercó al director Charles Shyer con la idea de rehacer la versión original, una película que había visto cuando tenía 13 años y que amaba desde entonces. La dupla decidió no hacer la típica remake sino adaptarla a la época, aunque el personaje principal mantuvo casi todas sus características. “Había mucho para poner al día y, sin embargo, el personaje de Alfie era atemporal y fue el que menos tocamos”, contó Pope en un documental sobre el detrás de escena del film.

El nombre de Jude Law surgió casi como una obviedad: tenía la fama necesaria, el atractivo físico de un personaje que debía ser un Don Juan y había logrado poner su nombre entre los jóvenes talentos más destacados de la época. “Luego de conocerlo, me di cuenta de que era obvio que debía ser él”. Leyó el guion y le encantó”, contó en el mismo documental el director. “Para ser sinceros, nunca me ha gustado hacer remakes, especialmente de películas clásicas. Pero Shyer vino con una versión increíblemente refrescante y original de lo que ya era una gran película”, reveló por su parte, luego del estreno, el actor inglés.

En ese entonces, a Law también le pareció interesante ver cómo las mujeres alrededor de su personaje -que no variaba de forma significativa del que compuso Cane- no responderían de la misma forma en una y otra época. “Lo que entonces era un tipo de drama social tuvo una resonancia que fue relevante pero evolucionó lo suficiente para que fuera interesante replantearlo”, explicó. En ese sentido, Pope explicó que cuando analizaron los personajes femenino, decidieron realizar una actualización. “Se las trataba muy mal y todo transcurría antes del feminismo”, aclaró. De a poco, desglosaron los perfiles de cada una de las conquistas de Alfie y los aggiornaron.

Jude Law, por su parte, se involucró mucho en el film: hizo sugerencias en el texto que fueron bien recibidas, intentó moldear a Alfie y hasta aportó en la decoración de su departamento y su vestimenta. “Incluso trajo algunas cosas suyas al set, sus cómics y otras cosas que Alfie podría traer de Londres”, repasó Pope.

“Una mala decisión”

En una extensa y distendida entrevista con la versión británica de la revista GQ, Law se explayó hace unos días sobre el significado de Alfie en su carrera. “Estaba en una posición muy fuerte en ese momento porque acababa de recibir otra nominación al Oscar por Cold Mountain”, recordó el actor, que en ese entonces ya había sido nominado por su papel en El talentoso Señor Ripley. “Que Alfie haya sido la película que elegí hacer después de eso, creo que fue una mala decisión”, confesó, sin vueltas.

¿Por qué un guion que celebró cuando aceptó el trabajo, 20 años después pasó a estar en su lista de errores? Law explicó que cuando vio el resultado final, quedó decepcionado: en su imaginación el relato era más crudo, con más contenido. “Se sentía un poco ligero, demasiado cursi”, recordó. “Creo que se hizo por demasiado dinero y, probablemente, me pagaron demasiado dinero, lo cual subestimé en ese momento. Me castigué a mí mismo por haber hecho algo que se centraba en el galán y el protagonista carismático y que no funcionó”, agregó.

Cuando el periodista le preguntó a Law si su trabajo en Alfie le quitó confianza, el actor se tomó unos segundos para responder. “Sí, creo que probablemente sí”, confesó. “Todos tienen éxitos, todos tienen fracasos, pero creo que sí. También me hizo dar cuenta de que, cuando uno acaba de aparecer, todo el mundo está intrigado y quiere un trocito de uno. Y, en cuanto uno tiene un par de errores, la atención de los demás se va a otra parte. Y, por eso, algo dentro tuyo te lleva a pensar: ´Ok, ¿y cómo consigo que me devuelvan esa atención?”, reflexionó.

El traspié sentimental detrás del film

Cuando Law se puso en la piel de Alfie, estaba recién separado de su primera esposa y madre de sus tres primeros hijos, Sadie Frost. En el set del film, entre escena y escena, quedó cautivado por el encanto de Sienna Miller, y muy pronto comenzaron una relación. De inmediato los flamantes enamorados captaron la atención de la prensa: los paparazzi los comenzaron a perseguir y sus fotos juntos fueron tapa de varias revistas.

El compromiso de Law y Miller llegó durante la Navidad de 2004, y aunque todo parecía funcionar a la perfección, ella descubrió que él mantenía un romance con su niñera. La reacción del actor al ver cómo su infidelidad se convertía en noticia fue pedirle disculpas de forma pública a su prometida. “Solo quiero decir que estoy profundamente avergonzado de haber lastimado a Sienna y a todas las personas que nos quieren. Quiero pedir disculpas públicamente a ella y a nuestras respectivas familias por el dolor causado. No hay defensa para mis acciones, de las cuales me arrepiento. Quiero pedir que por favor respeten nuestra privacidad en este difícil momento”, escribió en un comunicado.

En ese momento, los planes de boda quedaron cancelados, y la pareja se separó. Volvieron a estar juntos tres años después, pero tampoco funcionó: ese romance que había nacido mientras él rompía corazones como Alfie lo terminó poniendo a él en el lugar de mujeriego e infiel.

De Jagger a Los Beatles

Además de la presencia de Law, Alfie tiene otro punto a favor: fue Mick Jagger quien compuso y grabó -junto al músico y productor discográfico Dave Stewart- la banda de sonido, y las sesiones se hicieron en el mítico estudio 2 de Abbey Road, en Londres. “Cuando comenzamos este proyecto, sabía que tendríamos que escribir al menos tres canciones realmente buenas”, le explicó el líder de los Rolling Stones a la revista que lleva el mismo nombre que su banda. La dupla grabó para el film trece temas originales. Fue Stewart a quien Shyer acudió para musicalizar su historia. “El director me había dicho que de alguna manera quería el sentimiento de los años sesenta en la nueva música, y la voz de Mick Jagger apareció en mi cabeza”, contó el músico.

A pesar de la voz de Jagger, algo del espíritu de The Beatles se coló en Alfie: Charles Shyer se inspiró en el estilo de los trajes entallados que usaron los Fab Four en el film A Hard Day’s Night (1964) para diseñar y armar el guardarropas de Alfie. En cambio, el suéter marrón que el protagonista usa en varias de las escenas que componen la historia pertenecía al propio Jude Law.

Cuando en 2004 el guion de la reedición de Alfie, el clásico de los 60 protagonizado por Michael Caine, llegó a manos de Jude Law, el actor inglés pensó que se trataba de una gran idea. Sin embargo, con el paso del tiempo y en perspectiva, el film se convirtió en un verdadero trago amargo en su vida: la crítica no acompañó, no recaudó lo esperado y el resultado final distó de la profundidad que él hubiera querido darle a la historia. Además, en el plano personal, se enamoró de su compañera de elenco, Sienna Miller y se convirtió en uno de los personajes más buscados de Hollywood, hasta que la engañó con la niñera -como si Alfie se hubiera apoderado de su vida- y terminó pidiendo perdón de forma pública.

Alfie cuenta la vida de un sensual y carismático chofer de Nueva York que sale con muchas mujeres y es incapaz de comprometerse con ninguna hasta que un hecho puntual lo lleva a replantearse su egocéntrica existencia. Además de ver sus maniobras para enamorar a cada una de sus conquistas, Alfie rompe la cuarta pared -esa barrera imaginaria que existe entre el público y los actores, entre la realidad y la ficción- y le cuenta al espectador, mirándolo a los ojos, su filosofía y su forma de ver el mundo, tanto cuando se siente un ganador como cuando comienza a cuestionar su existencia.

La remake tuvo su gran estreno el 22 de octubre de 2004. La reacción del público no fue la esperada por Paramount Pictures: la película pudo recaudar apenas un poco más de la mitad de los 60 millones de dólares que tuvo como presupuesto. Y si bien los críticos resaltaron el trabajo de la estrella inglesa, los malos resultados de taquilla le quitaron fuerza al impulso con el que venía la carrera de Law después de obtener una nominación al Oscar.

Un film machista en tiempos feministas

El proyecto comenzó a tomar forma cuando Elaine Pope, guionista y productora del film, se acercó al director Charles Shyer con la idea de rehacer la versión original, una película que había visto cuando tenía 13 años y que amaba desde entonces. La dupla decidió no hacer la típica remake sino adaptarla a la época, aunque el personaje principal mantuvo casi todas sus características. “Había mucho para poner al día y, sin embargo, el personaje de Alfie era atemporal y fue el que menos tocamos”, contó Pope en un documental sobre el detrás de escena del film.

El nombre de Jude Law surgió casi como una obviedad: tenía la fama necesaria, el atractivo físico de un personaje que debía ser un Don Juan y había logrado poner su nombre entre los jóvenes talentos más destacados de la época. “Luego de conocerlo, me di cuenta de que era obvio que debía ser él”. Leyó el guion y le encantó”, contó en el mismo documental el director. “Para ser sinceros, nunca me ha gustado hacer remakes, especialmente de películas clásicas. Pero Shyer vino con una versión increíblemente refrescante y original de lo que ya era una gran película”, reveló por su parte, luego del estreno, el actor inglés.

En ese entonces, a Law también le pareció interesante ver cómo las mujeres alrededor de su personaje -que no variaba de forma significativa del que compuso Cane- no responderían de la misma forma en una y otra época. “Lo que entonces era un tipo de drama social tuvo una resonancia que fue relevante pero evolucionó lo suficiente para que fuera interesante replantearlo”, explicó. En ese sentido, Pope explicó que cuando analizaron los personajes femenino, decidieron realizar una actualización. “Se las trataba muy mal y todo transcurría antes del feminismo”, aclaró. De a poco, desglosaron los perfiles de cada una de las conquistas de Alfie y los aggiornaron.

Jude Law, por su parte, se involucró mucho en el film: hizo sugerencias en el texto que fueron bien recibidas, intentó moldear a Alfie y hasta aportó en la decoración de su departamento y su vestimenta. “Incluso trajo algunas cosas suyas al set, sus cómics y otras cosas que Alfie podría traer de Londres”, repasó Pope.

“Una mala decisión”

En una extensa y distendida entrevista con la versión británica de la revista GQ, Law se explayó hace unos días sobre el significado de Alfie en su carrera. “Estaba en una posición muy fuerte en ese momento porque acababa de recibir otra nominación al Oscar por Cold Mountain”, recordó el actor, que en ese entonces ya había sido nominado por su papel en El talentoso Señor Ripley. “Que Alfie haya sido la película que elegí hacer después de eso, creo que fue una mala decisión”, confesó, sin vueltas.

¿Por qué un guion que celebró cuando aceptó el trabajo, 20 años después pasó a estar en su lista de errores? Law explicó que cuando vio el resultado final, quedó decepcionado: en su imaginación el relato era más crudo, con más contenido. “Se sentía un poco ligero, demasiado cursi”, recordó. “Creo que se hizo por demasiado dinero y, probablemente, me pagaron demasiado dinero, lo cual subestimé en ese momento. Me castigué a mí mismo por haber hecho algo que se centraba en el galán y el protagonista carismático y que no funcionó”, agregó.

Cuando el periodista le preguntó a Law si su trabajo en Alfie le quitó confianza, el actor se tomó unos segundos para responder. “Sí, creo que probablemente sí”, confesó. “Todos tienen éxitos, todos tienen fracasos, pero creo que sí. También me hizo dar cuenta de que, cuando uno acaba de aparecer, todo el mundo está intrigado y quiere un trocito de uno. Y, en cuanto uno tiene un par de errores, la atención de los demás se va a otra parte. Y, por eso, algo dentro tuyo te lleva a pensar: ´Ok, ¿y cómo consigo que me devuelvan esa atención?”, reflexionó.

El traspié sentimental detrás del film

Cuando Law se puso en la piel de Alfie, estaba recién separado de su primera esposa y madre de sus tres primeros hijos, Sadie Frost. En el set del film, entre escena y escena, quedó cautivado por el encanto de Sienna Miller, y muy pronto comenzaron una relación. De inmediato los flamantes enamorados captaron la atención de la prensa: los paparazzi los comenzaron a perseguir y sus fotos juntos fueron tapa de varias revistas.

El compromiso de Law y Miller llegó durante la Navidad de 2004, y aunque todo parecía funcionar a la perfección, ella descubrió que él mantenía un romance con su niñera. La reacción del actor al ver cómo su infidelidad se convertía en noticia fue pedirle disculpas de forma pública a su prometida. “Solo quiero decir que estoy profundamente avergonzado de haber lastimado a Sienna y a todas las personas que nos quieren. Quiero pedir disculpas públicamente a ella y a nuestras respectivas familias por el dolor causado. No hay defensa para mis acciones, de las cuales me arrepiento. Quiero pedir que por favor respeten nuestra privacidad en este difícil momento”, escribió en un comunicado.

En ese momento, los planes de boda quedaron cancelados, y la pareja se separó. Volvieron a estar juntos tres años después, pero tampoco funcionó: ese romance que había nacido mientras él rompía corazones como Alfie lo terminó poniendo a él en el lugar de mujeriego e infiel.

De Jagger a Los Beatles

Además de la presencia de Law, Alfie tiene otro punto a favor: fue Mick Jagger quien compuso y grabó -junto al músico y productor discográfico Dave Stewart- la banda de sonido, y las sesiones se hicieron en el mítico estudio 2 de Abbey Road, en Londres. “Cuando comenzamos este proyecto, sabía que tendríamos que escribir al menos tres canciones realmente buenas”, le explicó el líder de los Rolling Stones a la revista que lleva el mismo nombre que su banda. La dupla grabó para el film trece temas originales. Fue Stewart a quien Shyer acudió para musicalizar su historia. “El director me había dicho que de alguna manera quería el sentimiento de los años sesenta en la nueva música, y la voz de Mick Jagger apareció en mi cabeza”, contó el músico.

A pesar de la voz de Jagger, algo del espíritu de The Beatles se coló en Alfie: Charles Shyer se inspiró en el estilo de los trajes entallados que usaron los Fab Four en el film A Hard Day’s Night (1964) para diseñar y armar el guardarropas de Alfie. En cambio, el suéter marrón que el protagonista usa en varias de las escenas que componen la historia pertenecía al propio Jude Law.

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