Es estudiante y detalló lo vivido en un centro de detención del ICE: “Pensé que me iban a matar”

Rumeysa Öztürk, alumna de doctorado en la Universidad de Tufts, fue detenida por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Somerville, Massachusetts, a fines de marzo. En su declaración jurada, la joven oriunda de Turquía relató cómo fue su traslado hacia un centro de detención para migrantes en Louisiana, donde, según denunció, recibió un trato inhumano. “Pensé que me iban a matar”, afirmó.

Así la detuvo el ICE: camioneta sin identificar y agentes de civil

El 25 de marzo por la noche, Rumeysa fue sorprendida por varios hombres que la interceptaron cuando hablaba por teléfono con su madre, a la salida de su casa, en Somerville. Según consigna el medio Wbur, le arrebataron el celular y la metieron a la fuerza en una camioneta sin identificación. “Pensé que era una situación extraña y estaba segura de que me iban a matar”, escribió Öztürk en su declaración jurada presentada ante un tribunal federal en Vermont.

Los hombres, que iban vestidos de civil y con sus rostros cubiertos, la esposaron y no le informaron a donde la llevaban.

La estudiante de 30 años, originaria de Turquía, señaló que les pidió que se identificaran y que solo uno de ellos le mostró una placa, aunque lo hizo de un modo tan rápido que no llegó a leerla. También les preguntó a donde la llevaban y como respuesta solo le dijeron que había sido arrestada, sin más explicaciones

Traslado al centro de detención de migrantes: encadenada y sin asistencia legal

La estudiante relató que los agentes la esposaron y le colocaron cadenas alrededor de la cintura y en sus pies. Desesperada, les pidió hablar con su abogado, pero se lo negaron. “Tenía miedo de que si me pasaba algo, nadie supiera dónde estaba”, señaló.

Al momento de su detención, Öztürk cumplía con el ayuno de Ramadán, por lo que llevaba varias horas sin ingerir alimentos. Les pidió a los agentes algo para comer, y le compraron galletas y agua. Sin embargo, la estudiante señaló que tenía tanto temor que no comió ni bebió nada. “Me preocupaba que lo hubieran envenenado”, aseguró.

Al llegar a la comisaría de Lebanon, New Hampshire, la mujer volvió a pedir usar el baño, hablar con un abogado y saber qué ocurría, pero sus solicitudes fueron ignoradas. Pasó la noche en una celda con inodoro y sin jabón. Los agentes entraban constantemente para preguntarle si quería pedir asilo o si pertenecía a una organización terrorista. Según los abogados del gobierno, impedir el contacto con el exterior responde a “prácticas operativas y de seguridad sólidas”.

La denuncia por falta de atención médica: “no podía respirar”

El 26 de marzo, a las 4 de la madrugada, la estudiante fue trasladada al aeropuerto, donde abordaría un vuelo rumbo a Louisiana. Allí, la mujer sufrió un ataque de asma. “Sentí que no podía respirar”, relató, según el medio citado.

Si bien tenía su inhalador, no contaba con la medicación recetada. Pidió ayuda, pero otra vez se la negaron: le respondieron que “no había donde dónde comprar” el medicamento que necesitaba y que “lo conseguiría” al llegar a su “destino final”.

Ya en el Centro de Preparación de Alexandria, en Louisiana, permaneció varias horas en un vehículo “tipo jaula” con otros detenidos, sin agua ni comida.

Luego, la mujer fue llevada al Centro de Procesamiento del ICE del Sur de Louisiana, en Basile, donde comparte una celda con otras 23 personas. “Ninguno de nosotros puede dormir toda la noche. Entran en la celda a menudo y se pasean activando las luces fluorescentes. Gritan en la celda para despertar a los que trabajan en la cocina alrededor de las 3.30 horas. Todos los días”, denunció.

Desde que llegó a ese centro, sufrió cuatro ataques de asma, pero en ninguno de los episodios recibió tratamiento médico adecuado. “Usé mi inhalador y esperé a que se me pasara. Tenía dolor y mucho miedo, pero no pedí ir al centro médico porque siento que no atienden mis necesidades médicas”, declaró.

Detenida por ICE sin acusación: la situación de la migrante turca

Tras varias semanas detenida, la estudiante continúa bajo arresto, pero no enfrenta cargos penales. “Rezo todos los días por mi liberación para poder regresar a mi hogar y a mi comunidad en Somerville”, comentó.

La detención de Öztürk se produjo en medio de tensiones políticas en Estados Unidos por el conflicto en Medio Oriente. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el ICE la señalaron por supuestas actividades de apoyo a Hamas, organización considerada terrorista por Estados Unidos

Rumeysa Öztürk, alumna de doctorado en la Universidad de Tufts, fue detenida por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Somerville, Massachusetts, a fines de marzo. En su declaración jurada, la joven oriunda de Turquía relató cómo fue su traslado hacia un centro de detención para migrantes en Louisiana, donde, según denunció, recibió un trato inhumano. “Pensé que me iban a matar”, afirmó.

Así la detuvo el ICE: camioneta sin identificar y agentes de civil

El 25 de marzo por la noche, Rumeysa fue sorprendida por varios hombres que la interceptaron cuando hablaba por teléfono con su madre, a la salida de su casa, en Somerville. Según consigna el medio Wbur, le arrebataron el celular y la metieron a la fuerza en una camioneta sin identificación. “Pensé que era una situación extraña y estaba segura de que me iban a matar”, escribió Öztürk en su declaración jurada presentada ante un tribunal federal en Vermont.

Los hombres, que iban vestidos de civil y con sus rostros cubiertos, la esposaron y no le informaron a donde la llevaban.

La estudiante de 30 años, originaria de Turquía, señaló que les pidió que se identificaran y que solo uno de ellos le mostró una placa, aunque lo hizo de un modo tan rápido que no llegó a leerla. También les preguntó a donde la llevaban y como respuesta solo le dijeron que había sido arrestada, sin más explicaciones

Traslado al centro de detención de migrantes: encadenada y sin asistencia legal

La estudiante relató que los agentes la esposaron y le colocaron cadenas alrededor de la cintura y en sus pies. Desesperada, les pidió hablar con su abogado, pero se lo negaron. “Tenía miedo de que si me pasaba algo, nadie supiera dónde estaba”, señaló.

Al momento de su detención, Öztürk cumplía con el ayuno de Ramadán, por lo que llevaba varias horas sin ingerir alimentos. Les pidió a los agentes algo para comer, y le compraron galletas y agua. Sin embargo, la estudiante señaló que tenía tanto temor que no comió ni bebió nada. “Me preocupaba que lo hubieran envenenado”, aseguró.

Al llegar a la comisaría de Lebanon, New Hampshire, la mujer volvió a pedir usar el baño, hablar con un abogado y saber qué ocurría, pero sus solicitudes fueron ignoradas. Pasó la noche en una celda con inodoro y sin jabón. Los agentes entraban constantemente para preguntarle si quería pedir asilo o si pertenecía a una organización terrorista. Según los abogados del gobierno, impedir el contacto con el exterior responde a “prácticas operativas y de seguridad sólidas”.

La denuncia por falta de atención médica: “no podía respirar”

El 26 de marzo, a las 4 de la madrugada, la estudiante fue trasladada al aeropuerto, donde abordaría un vuelo rumbo a Louisiana. Allí, la mujer sufrió un ataque de asma. “Sentí que no podía respirar”, relató, según el medio citado.

Si bien tenía su inhalador, no contaba con la medicación recetada. Pidió ayuda, pero otra vez se la negaron: le respondieron que “no había donde dónde comprar” el medicamento que necesitaba y que “lo conseguiría” al llegar a su “destino final”.

Ya en el Centro de Preparación de Alexandria, en Louisiana, permaneció varias horas en un vehículo “tipo jaula” con otros detenidos, sin agua ni comida.

Luego, la mujer fue llevada al Centro de Procesamiento del ICE del Sur de Louisiana, en Basile, donde comparte una celda con otras 23 personas. “Ninguno de nosotros puede dormir toda la noche. Entran en la celda a menudo y se pasean activando las luces fluorescentes. Gritan en la celda para despertar a los que trabajan en la cocina alrededor de las 3.30 horas. Todos los días”, denunció.

Desde que llegó a ese centro, sufrió cuatro ataques de asma, pero en ninguno de los episodios recibió tratamiento médico adecuado. “Usé mi inhalador y esperé a que se me pasara. Tenía dolor y mucho miedo, pero no pedí ir al centro médico porque siento que no atienden mis necesidades médicas”, declaró.

Detenida por ICE sin acusación: la situación de la migrante turca

Tras varias semanas detenida, la estudiante continúa bajo arresto, pero no enfrenta cargos penales. “Rezo todos los días por mi liberación para poder regresar a mi hogar y a mi comunidad en Somerville”, comentó.

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