Fue a visitar a su tía y encontró sus huesos quemados en la basura

Martina Echagüe no veía a su tía María Claudia Sack desde el 6 de abril pasado. Preocupada porque no tenía noticias suyas, ayer, fue hasta su casa en el barrio Agustoni, en el partido bonaerense de Pilar. Pero no estaba. Su pareja, Franco Giménez, le dijo que había viajado a Córdoba. Pero todo era una mentira. La mujer, que tenía 65 años y era 33 años mayor que su novio, había sido asesinada, su cuerpo había sido desmembrado y quemado. Los huesos fueron hallados en la basura.

Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales y policiales. Hoy, Giménez, de 32 años, será indagado por la fiscal de Pilar María José Basiglio. Está imputado de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por media violencia de género.

Según pudieron reconstruir los investigadores del caso, cuando Giménez le dijo a Echagüe que su tía se había ido a Córdoba, su sobrina la llamó por al teléfono celular de Sack.

“El teléfono celular de Sack comenzó a sonar. Lo tenía Giménez. La pareja de la tía de Echagüe se puso nervioso y se fue de la casa”, dijeron a LA NACION las fuentes consultadas.

Echagüe llamó al número de emergencia 911 para denunciar la desaparición de su tía. Cuando llegó el personal policial, la sobrina y los uniformados ingresaron en la casa y, en la basura, encontraron huesos quemados. “Se trataría de los restos óseos de Sack”, explicaron fuentes de la investigación.

Al ser consultados vecinos de la víctima dijeron que la última vez que habían visto a Sack había sido dos semanas atrás. También recordaron que Giménez, durante varios días, hizo fuego en un pasillo de la casa.

Tras el hallazgo de los restos óseos, tomó intervención la fiscal Basiglio, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Especializada en Violencia de Género de Pilar.

La representante del Ministerio Público le dio intervención a la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de Pilar de la policía bonaerense para que ubique y detenga a Giménez.

Primero se allanó un domicilio de Los Polvorines, pero el resultado fue negativo. La expareja de Giménez le dijo a los detectives policiales que el sospechoso la había llamado por teléfono y le había pedido “refugio” porque sabía que estaban tras sus pasos.

“Tras diversas tareas investigativas, se logró establecer que el sospechoso había pasado la noche en la terminal de ómnibus de Retiro y, en algún momento del día, se iba a dirigir hacia José C. Paz”, dijeron fuentes policiales.

Se decidió hacer un operativo de control en la estación de trenes de Jose C. Paz donde, finalmente, fue detenido Giménez.

Según las fuentes consultadas, el sospechoso tiene antecedentes por resistencia a la autoridad, violencia doméstica y amenazas.

La sospecha de los detectives policiales que participan de la investigación es que el móvil del homicidio tuvo motivaciones económicas. “Giménez habría matado a su pareja para quedarse con la casa”, dijo una fuente de la causa.

Martina Echagüe no veía a su tía María Claudia Sack desde el 6 de abril pasado. Preocupada porque no tenía noticias suyas, ayer, fue hasta su casa en el barrio Agustoni, en el partido bonaerense de Pilar. Pero no estaba. Su pareja, Franco Giménez, le dijo que había viajado a Córdoba. Pero todo era una mentira. La mujer, que tenía 65 años y era 33 años mayor que su novio, había sido asesinada, su cuerpo había sido desmembrado y quemado. Los huesos fueron hallados en la basura.

Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales y policiales. Hoy, Giménez, de 32 años, será indagado por la fiscal de Pilar María José Basiglio. Está imputado de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por media violencia de género.

Según pudieron reconstruir los investigadores del caso, cuando Giménez le dijo a Echagüe que su tía se había ido a Córdoba, su sobrina la llamó por al teléfono celular de Sack.

“El teléfono celular de Sack comenzó a sonar. Lo tenía Giménez. La pareja de la tía de Echagüe se puso nervioso y se fue de la casa”, dijeron a LA NACION las fuentes consultadas.

Echagüe llamó al número de emergencia 911 para denunciar la desaparición de su tía. Cuando llegó el personal policial, la sobrina y los uniformados ingresaron en la casa y, en la basura, encontraron huesos quemados. “Se trataría de los restos óseos de Sack”, explicaron fuentes de la investigación.

Al ser consultados vecinos de la víctima dijeron que la última vez que habían visto a Sack había sido dos semanas atrás. También recordaron que Giménez, durante varios días, hizo fuego en un pasillo de la casa.

Tras el hallazgo de los restos óseos, tomó intervención la fiscal Basiglio, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Especializada en Violencia de Género de Pilar.

La representante del Ministerio Público le dio intervención a la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de Pilar de la policía bonaerense para que ubique y detenga a Giménez.

Primero se allanó un domicilio de Los Polvorines, pero el resultado fue negativo. La expareja de Giménez le dijo a los detectives policiales que el sospechoso la había llamado por teléfono y le había pedido “refugio” porque sabía que estaban tras sus pasos.

“Tras diversas tareas investigativas, se logró establecer que el sospechoso había pasado la noche en la terminal de ómnibus de Retiro y, en algún momento del día, se iba a dirigir hacia José C. Paz”, dijeron fuentes policiales.

Se decidió hacer un operativo de control en la estación de trenes de Jose C. Paz donde, finalmente, fue detenido Giménez.

Según las fuentes consultadas, el sospechoso tiene antecedentes por resistencia a la autoridad, violencia doméstica y amenazas.

La sospecha de los detectives policiales que participan de la investigación es que el móvil del homicidio tuvo motivaciones económicas. “Giménez habría matado a su pareja para quedarse con la casa”, dijo una fuente de la causa.

 La víctima, María Claudia Sack, tenía 65 años; fue detenido su pareja, un joven de 32  Read More